El Carnaval empieza a vivirse en Badajoz mucho antes de febrero y este año que el concurso de murgas comienza el 21 de enero, casi todos los grupos deberán aprovechar la Navidad para rematar. Entre las murgas más precavidas, están las que se presentarán por primera vez al concurso. Hay dos grupos de fuera, La Rebelión de los polos, de Olivenza, y Los pijotas, de Fuente de Cantos, que ya gozan de tradición en sus respectivas localidades. Sí se estrenan otras cuatro: Vaya lo que viene, Los fantasmas del Lope, Vivo con el miedo y La Galera, formada íntegramente por chicas, con lo que ya hay tres grupos femeninos. Todos son jóvenes y su meta es divertirse.

Los chicos de La Rebelión de los polos tienen entre 15 y 19 años y llevan cuatro años saliendo en Olivenza. Vendrán disfrazados de pingüinos y a pesar de que quedan pocos días para rematar, no les ha cogido el toro porque con la idea de estar en Badajoz empezaron a ensayar en agosto. No aspiran a ningún premio, "lo vemos muy lejano", dice sincero Juan Luis Nicolás. "Llegar a la semifinal sería mucho para nosotros", recalca. Tampoco Los Pijotas son novatos. Llevan seis años saliendo en Fuente de Cantos como Los Alepusas y esta vez serán pijos, de ahí su nombre. Vendrán a Badajoz "porque el grupo cada vez está más consolidado y con más ilusión", comenta Luis Fernando Panea. No temen al escenario y su objetivo "es ir a cantar a un sitio diferente y tenerlo como experiencia". Como los anteriores, "tenemos la cosa adelantaílla".

Los integrantes de Vaya lo que viene no tenían ni idea de cómo funcionaba una murga, salvo uno que viene de Montijo. La mayoría son de San Roque y todos son amigos "desde chicos", señala Antonio Sardiña, quien reconoce que "nuestro problema es que no nos juntamos todos ni de cachondeo". Saldrán de inmigrantes, con patera incluida. "Nosotros vamos con idea de quedar los 34 son 35, nuestra meta es no hacer el ridículo", aseguran.

También se estrenan Los fantasmas del Lope. El 80% de sus integrantes son recién llegados. Se juntaron entre amigos y familiares y prefieren guardar el secreto de su disfraz. Marco Antonio Indias asegura que llevan muy adelantado su repertorio, porque antes del verano ya estaban en marcha. Ensayan cada noche, de lunes a viernes.

Las chicas de La Galera ya se conocían por amigos comunes y saldrán de circo ambulante. Yolanda Corchado apunta, como los demás, que no es fácil sacar adelante una murga, por la incompatibilidad de horarios, sobre todo.

Vivo con el Miedo... A casarme es una murga mixta. Representarán una boda, después de muertos. De momento, como dice Cecilio Méndez, aspiran "a que la gente nos conozca y disfrute con nosotros".