Un recluso del centro penitenciario de Badajoz, identificado con las iniciales T. S. E., tuvo que ser trasladado ayer a la Unidad de Quemados del Hospital de Cáceres de manera urgente, debido a las quemaduras que sufrió en el 20% de su cuerpo. La causa de sus lesiones está en que prendió fuego al colchón u otros elementos de la cama cuando se encontraba recluido en una celda de aislamiento, en el módulo 7 del centro, según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras del caso.

Los hechos ocurrieron al parecer hacia las 11.00 horas de ayer. La primera atención sanitaria se le prestó en el propio centro, de donde fue llevado en una ambulancia hasta el Hospital Infanta Cristina. Una vez en él, los médicos decidieron que se lo trasladara al centro de quemados cacereños.

Fueron los funcionarios de la prisión quienes se percataron del suceso y sacaron de la celda al interno, que cumple una condena de 18 años por asesinato y robo. Fuentes cercanas a la prisión indicaron que los colchones son ignífugos, por lo que debió prender "una sábana, un cobertor o una toalla". Al parecer, el interno había expresado su interés por que le cambiaran de prisión.

Por otro lado, se plantean la pregunta de cómo pudo el interno meter en la celda un mechero u otro objeto con el que prender fuego.