El pleno de la Diputación de Badajoz aprobó ayer un presupuesto algo superior al anunciado, 182,1 millones el total consolidado --144 el de la entidad general, 1,8 el Patronato de Turismo; 11,9 Recaudación; 16,6 Extinción de Incendios y 25,3 de Promedio-. Son 16,3 (un 9,88%) más que el actual y destina a inversión total 43 millones, 10 más que el actual. Se aprobó como se preveía, con el voto del grupo socialista y con el del popular en contra.

El portavoz popular, Juan Antonio Barrios, reprochó al equipo de gobierno la «rapidez» en aprobar las cuentas del 2017, «la primera institución en hacerlo». En su opinión, se deberían haber prorrogado los actuales hasta que el Estado y la Junta aprobaran los suyos, dado que de ambas administraciones proceden el 82% de los ingresos de la institución provincial, dijo. «Mientras no sepamos la aportación real de ambas, este presupuesto adolece de «provisionalidad», añadió.

No obstante, afirmó Barrios que el presupuesto general «nos chirría», mientras que el de la diputación como tal, «no nos disgusta; pero del resto, sí otros aspectos», señaló. Para criticar después la relación de puestos de trabajo; la subida salarial de entre el 10% y el 46% de algunos jefes de servicio, gerentes y coordinadores, que presentó «como los elegidos a dedo por el presidente», frente «al 1% del resto de funcionarios. Ustedes premian siempre a los mismos», indicó.

El presidente de la corporación, Miguel Ángel Gallardo, negó tal afirmación y le reprochó que «se haya quedado en la anécdota; no entre en el debate económico y presupuestario».

MARCADO CARÁCTER SOCIALISTA / El diputado delegado de Economía, Manuel Borrego, al presentar el presupuesto, y Gallardo después, incidieron en que «es un presupuesto de marcado carácter socialista; con los municipios y la calidad de vida de los vecinos como eje central». Además de señalar que «en el 2017, cancelaremos la deuda al 31 de diciembre»; y que el pago a proveedores está en 6,3 días. Además, con las cuentas se aprobó también el límite de gastos, señalado por el Gobierno central en el 2,2%.

Éste fue uno de los argumentos de los socialistas para defender que la institución tenga presupuesto lo antes posible «porque queremos comenzar a trabajar». Y que «sí hay datos y cifras de la Estado y la Junta que se han tenido en cuenta» en su elaboración.

Borrego y Gallardo explicaron que el objetivo de este presupuesto, «expansivo y volcado en la política social y en la creación de empleo, está orientado a atender las necesidades de la provincia»; además de contribuir a la recuperación económica, apoyar el talento, a las empresas y en especial a las pymes.

Aseguraron que es un presupuesto que apuesta también por la asistencia municipal, la optimización de recursos, la eficiencia, transparencia e igualdad de trato en la gestión de subvenciones; fomento de la educación, la cultura, el deporte y los valores democráticos; por la igualdad, el esfuerzo inversor y el compromiso con la economía verde.

También destacaron algunas partidas importantes, como un millón para la primera fase de la intervención en la plata baja del hospital provincial, tras convocar cuncurso para el proyecto básico; los 10,4 millones para el Fondo Reembolsable de Anticipos a los ayuntamientos; o los 12.9 del Plan Dinamiza, así como algunos aspectos como el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Borrego incidió, además, en los 6 millones para el Plan de Empleo Social, 5,7 del Plan Integral de Carreteras, 4,6 del Plan Dinamiza Empleo; 6,2 del Dinamiza Obras, o los 1,9 para servicios.

ESPAÑA Y EL DINERO / Por otro lado, Gallardo se dijo «sorprendido» por el reproche del PP de ser las primeras administraciones en aprobar su presupuesto, pues «si hay variaciones, por eso hay modificaciones presupuestarias».

Sobre la ironía de Barrios de si era un presupuesto «del no o de la abstención», el presidente dijo que «tenemos alguna división porque queremos lo mejor para España. En cambio, ustedes, fíjense si la quieren, que se llevaban el dinero fuera de ella».

Al final del pleno, un bombero del CPEI pidió la palabra, acompañado de varios compañeros con la boca tapada con esparadrapo, pero no se le concedió y se marcharon sin mayores incidentes. H