El primer recinto de baños árabes de la ciudad se abrió ayer al público bajo el nombre Baraka Al-hamman (baño de la suerte) en el casco antiguo. Su propietaria, Olga Reja, ha rehabilitado un viejo inmueble de la plaza de la Soledad en el que, tras ocho meses de obras, se ofrece un circuito termal, servicio de masajes y diferentes tratamientos corporales con productos naturales como el fango, chocolate, café o vino.

"Centros de masajes hay muchos, por eso decidí poner en marcha una iniciativa nueva y que funciona muy bien en otros sitios", explicó Olga Reja. El recinto, con ambientación y arquitectura árabe en columnas, arcos y celosías, celebró el jueves una jornada de puerta abiertas para promocionarse y ayer por la mañana ya utilizaban los baños los primeros clientes.

SERVICIOS QUE PRESTA El recinto cuenta con tres salas en las que se distribuyen las piscinas del circuito termal, que tiene una hora y media de duración y que pueden complementarse con masajes de 15 o 30 minutos. Cada piscina tiene el agua a una temperatura diferente "para someter al cuerpo al contraste, que es una de las formas más antiguas de hidroterapia que existe", apuntó Reja. El precio del circuito termal es de 17 euros --22 y 28 euros con masaje--, aunque hay bonos de cinco y 10 baños y promociones especiales.

La dueña destacó que solo usan productos naturales y que incluso la desinfección de las aguas se hace con generadores de ozono, libres de agentes químicos. De momento, hay cuatro trabajadores, aunque la plantilla puede aumentar en función de la demanda.