A qué extremos se ha tenido que llegar para que padres de alumnos se denuncien unos a otros. Me refiero a lo ocurrido en seis colegios privados de la ciudad, donde se ha manipulado la baremación de los aspirantes para asegurar que entran en el centro, injustamente. Tiene razón el presidente de la Freapa, Rafael Delgado, cuando dice que esto no ocurre en los colegios públicos, donde muchos padres se tienen que aguantar si las plazas que se ofrecen en el centro que ellos han elegido no son suficientes para atender toda la demanda y sus hijos tienen que ser escolarizados en otros colegios.

Todo ha sucedido porque por primera vez en estos centros privados es gratuita la educación Infantil y Primaria. Si la Administración lo ha decidido así y el centro lo ha aceptado a cambio de recibir una subvención pública, deberá también cumplir con los mismos criterios de acceso que en cualquier colegio público y no propiciar ni consentir una selección subjetiva. Da que pensar que las irregularidades se hayan detectado en seis colegios a la vez, en los seis privados donde siempre ha habido más dificultades para entrar --en este curso muchas más-- y no haya sido algo excepcional.