El vecindario de la barriada pacense de Cerro de Reyes se volcó ayer para acompañar el paso con la imagen del Dulce Nombre de María, que sacó en procesión por primera vez la Hermandad de Jesús Obrero, estrenándose así, fuera de programa oficial pero abriendo de hecho la Semana Santa pacense, con el beneplácito de la climatología.

La procesión salió a las 20.30 horas de la nueva iglesia parroquia de Jesús Obrero, de la plaza de Las Grullas, con sus 200 hermanos a los que se unieron numerosos vecinos; también estaban invitados el anterior párroco Manuel Malagón y el nuevo, Antonio Sáez, así como representantes del resto de cofradías de la ciudad, autoridades y el autor de la talla de La Dolorosa que procesionaba, Adrián Valverde, que la hizo hace cuatro años.

El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Banda de Cornetas y tambores del Resucitado con unos 70 músicos. La procesión recorrió las calles y plazas Alemania, Las Grullas, Neruda, Albuera, San Vicente Paúl, Manuel Pacheco, Lorca, Góngora, Noruega, De la Radio y recogida.

La cofradía, que trabaja desde hace siete años, logró el reconocimiento «de hermandad de gloria hace cinco» y trabaja para que se le otorgue «el de penitencia para poder formar parte entrar en carrera oficial». Para ello necesitan que salga con la Dolorosa un Cristo, «un Despojado», que estudian encargar también a Valverde, y será entonces, como hermandad de penitencia que podrán salir en procesión con nazarenos. «Nos pondremos a trabajar para ello tras esta Semana Santa», añadió el hermano mayor, Antonio Trinidad García.

La hermandad invita a los pacenses al Viacrucis Viviente que celebrará el Viernes Santo a las 12.00 horas, desde el antiguo colegio Jesús Obrero, y en el que participarán unos 50 personajes: hebreos, soldados, mujeres y soldados a caballo, acompañando al Nazareno, en las 13 primeras estaciones del Viacrucis con paradas, oraciones y peticiones, terminando en una estampa única con los tres crucificados en lo alto del Cerro de Reyes.