Los profesores de Religión extremeños no quieren dar la batalla por perdida y continúan exigiendo que se resuelva un conflicto laboral que, si no se remedia, les convertirá en víctimas de un "ERE ideológico". Así lo denunció ayer Angel Marín, profesor de Religión del instituto Zurbarán de Badajoz y vocal de la Asociación de Profesores de Religión de Centros Públicos de Extremadura, quien lamentó que esta asignatura se vea afectada por la ideología de quien gobierne en cada momento. "Eso no da estabilidad al sistema y nosotros no somos responsables de esta situación, somos sufridores".

Marín recordó que la reducción de horas lectivas de esta asignatura que prevé el nuevo Decreto de Currículo de Secundaria y Bachillerato, que entrará en vigor el próximo curso, hace peligrar los puestos de trabajo de medio centenar de docentes y se va a reducir "drásticamente" el salario de los que conserven su empleo, pues cobran en función de las horas trabajadas. Además, el colectivo teme que si en el futuro se aplica el criterio "de llevar la Religión al mínimo" en Primaria, serán 150 los afectados (de un total de 500).

La consejera de Educación, Esther Gutiérrez, sin embargo, les aseguró que no habrá despidos y que las horas que impartan de clase dependerán del número de alumnos que se matriculen. Pero estos argumentos no convencen a los afectados, que mantienen que, incluso, con las mismas matriculaciones, se pierde entre un tercio y un 40% de la jornada laboral con la reducción de horas, por lo que piden que se busque acomodo a una hora más en la ESO o medidas como la creación de departamentos de Religión, contratos por tramos horarios o la posibilidad de que asuman tareas de coordinación en los centros.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, con quien mantendrán una reunión mañana, afirmó ayer que la Junta hará "todo lo posible" para que no se produzcan despidos entre el profesorado de Religión. Vara, según informa Efe, señaló que en el encuentro mantendrá el mismo planteamiento que ha defendido la consejería a la hora de reducir las horas de esta asignatura en beneficio de otras como la Filosofía y añadió que esta decisión no se ha tomado "contra nadie".

Por su parte, la marea amarilla , como se autodenominan los profesores de Religión por el color de las camisetas que llevan en sus protestas, exigirá a Vara "soluciones concretas", así como que se elimine el "paralelismo" que el nuevo decreto de currículo establece entre Religión y Etica y Ciudadanía, pues los alumnos se verán obligados a matricularse en ambas lo que, a su juicio, ejercerá un efecto "disuasorio" a la hora de elegirlas, ya que tendrán "una asignatura más".