Cada día 49 usuarios del centro de salud de El Progreso --que atiende a una población de 7.600 personas-- no acuden a la cita concertada ni la anulan (lo que se traduce en que otros pacientes tengan que esperar de 1 a 4 días). Otra veintena de vecinos llegan a diario para ser atendidos sin tener cita previa y en el 60% de los casos los motivos no están justificados, ya que podrían esperar a recibir asistencia por la vía ordinaria. Tampoco el 70% de los casos que se atienden en atención continuada (de tres de la tarde a diez de la noche) son urgentes.

Estos datos se desprenden de un estudio realizado por el propio centro de salud y constatan el mal uso de los recursos --universales, pero no ilimitados--, lo que amenaza la sostenibilidad del sistema sanitario.

¿Cómo responsabilizar a los ciudadanos para que esto no ocurra? A esta pregunta quiere dar respuesta la Comisión de Salud Comunitaria del Centro de Salud de El Progreso --de la que forman parte profesionales y colectivos de la barriada del mismo nombre, de la Uva y del Gurugú--. Por ello, desde hace meses están llevando a cabo acciones para difundir a través de una guía los recursos de la Atención Primaria (servicios, horarios, profesionales...), para informar de los perjuicios de su mal uso, para que se aprenda a dar solución a los problemas sin necesidad de acudir al centro de salud y para promover un estilo de vida sano que prevenga las enfermedades.

Aunque aún no hay cifras, el coordinador del centro de salud de El Progreso, Ignacio Maynar, resaltó ayer que se ha detectado que desde enero se ha producido "una reducción importante" en el número de personas que acude sin cita previa.

Para que el mensaje cale entre los usuarios, los centros de promoción de la mujer de las tres barriadas desarrollarán hoy una jornada de sensibilización en la plaza de la Uva (desde las 17.30 horas) con teatro, guiñol y música para implicar a toda la población en la utilización responsable de los recursos sanitarios.

Otra de las actuaciones que se prevén es que voluntarias de los centros de promoción informen en la propia zona de espera a los pacientes que acudan sin cita sobre las consecuencias negativas de su conducta para el sistema sanitario. "La mujer es un agente de salud fundamental", apuntó Maynar al destacar el importante papel desarrollado por estos centros.

Con todo esto se pretende que la atención primaria no se reduzca únicamente a la asistencia (a la que se dedica el 90% del tiempo), sino que se amplíen las funciones de prevención, promoción de la salud y la participación comunitaria que den respuesta a problemas que no son ahora atendidos (los recién nacidos y la lactancia materna, no vacunados, problemática de la mujer, ancianos...).

El proyecto Progreso , donde se enmarcan estas acciones, nació en el 2005, con el objetivo de que la salud no se redujese al ámbito de los técnicos, sino que implicase a toda la comunidad. En el 2007 se realizó un diagnóstico de salud de la población --que se revisará en el 2012-- sobre el que se ha trabajado hasta la fecha y que se ha traducido en un estudio sobre la incidencia de la tuberculosis, talleres de autoestima, menopausia, campañas para mejorar la limpieza, actuaciones para fomentar hábitos de alimentación saludable entre los escolares, la creación de una asociación de enfermos respiratorios o una consulta joven sobre salud sexual.