Un protocolo definirá el horario especial con el que podrán permanecer abiertos los establecimientos de hostelería de la ciudad con motivo de la celebración de sus fiestas, para que pueda conocerse con antelación en función de sus características y no de lugar a los conflictos que están surgiendo con las últimas convocatorias festivas. Es uno de los propósitos que se marcó la denominada mesa del ruido, que se reunió la noche del jueves por primera vez, convocada por el Ayuntamiento de Badajoz. Sus decisiones no serán vinculantes, si bien su propósito será analizar los problemas derivados del ruido en la ciudad, fundamentalmente en el Casco Antiguo.

El primer teniente de alcalde, Germán López Iglesias, informó ayer de que asistieron representantes de todos los grupos políticos, jefes de servicio municipales de Policía Urbana, Protección Ambiental y Vías y Obras, de Cetex, de la federación vecinal, de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, la Falcap y comerciantes de Menacho. No acudieron ni los empresarios del Casco Antiguo (Aecab), que estaban invitados, ni de la Asociación contra el Ruido Espantaperros, cuyo portavoz no pudo estar porque tenía un compromiso previo, según explicó López Iglesias, que se interesó por su ausencia. El responsable de Protección Ambiental informó de que desde el 2010 se trabaja en Badajoz en el mapa de ruido, que derivó en declarar la Urbanización Guadiana como Zona Saturada de Ruidos, primero, y posteriormente, el Casco Antiguo. El concejal incidió en que se intentará que los acuerdos adoptados salgan «con el mayor consenso posible». H