El antiguo Hospital Provincial San Sebastián estará abierto al público en el segundo semestre del año 2021, con un uso mixto, según anunció ayer Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz, propietaria del histórico y emblemático edificio. Lo hizo durante un desayuno con los directores de medios de comunicación regionales, entre ellos el de este diario.

Gallardo manifestó que la diputación no renuncia al proyecto iniciado con el plan A, que se ha venido abajo durante el periodo de confinamiento por la pandemia de coronavirus, con la renuncia de Larry Smith al contrato de gestión del mercado gourmet, proyectado en la planta baja del edificio, en la zona recién rehabilitada para hacer del antiguo hospital un mercado gastronómico. Y que sin renunciar a él, se plantea un plan B, con «usos compartidos o mixtos».

Dijo el presidente de la institución que dicho contratiempo «no supondrá un obstáculo para que este edificio, recientemente rehabilitado, se llene de contenido y de uso». Añadió que «no descartamos en absoluto la inversión privada. Pero hasta que la situación actual se estabilice, y más en el sector de la hostelería y de la restauración, su uso hará de él un extraordinario espacio de oportunidades para la provincia».

Al hablar de usos compartidos, el presidente de la diputación habló de cultura con un proyecto propio, turístico, para mostrar lo que se hace en la provincia, y gastronómico, con productos locales.

En concreto, señaló que se barajan diversas posibilidades, «que podría tener una fórmula mixta, tanto públicos como privados, de forma que productores, empresarios, artesanos, creadores, el mundo de la cultura o del sector del turismo tendrían en él su espacio», señaló la diputación después en una nota de prensa.

Consideró, además, que Badajoz es y debe ser el nexo de unión «entre el ámbito rural y el urbano, un escaparate de cuanto ocurra en toda la provincia». Y señaló que si las otras administraciones no se echan para adelante, «nos echaremos a la espalda el hospital».

Gallardo transmitió que la diputación resolvió un problema para la ciudad, con un edificio emblemático en el Casco Antiguo «que se ha convertido en una oportunidad para la provincia».

La obra de rehabilitación de la planta baja, que ha supuesto una inversión de 3 millones, se recepcionó en junio pasado, y en cuyas obras, dirigidas por el arquitecto dombenitense José María Sánchez, se han dejado al descubierto los muros, bóvedas y patios que tuvo cuando se abrió hace tres siglos y medio, dejando un espacio casi diáfano, abierto, con galerías como si fueran calles y patios como plazas, y todo encalado en blanco.