Los vecinos del bloque número 4 de la calle Aurelio Cabrera están que trinan, porque hace unos días se enteraron de que en uno de los bajos de sus viviendas van a poner un negocio de pirotecnia, al que se oponen por la peligrosidad que, según ellos, entraña esta actividad. La empresa promotora es Santa Bárbara, que tiene una fábrica de fuegos artificiales en Zafra.

Los afectados recibieron el pasado viernes una notificación del Ayuntamiento de Badajoz para informarles de la posibilidad de presentar alegaciones y esa misma noche recogieron medio centenar de firmas en su bloque y en los edificios colindantes, según explicaron ayer a EL PERIODICO Isidoro Montero, presidente de la comunidad de vecinos, y su mujer, María Jesús Bermejo. El mismo sábado registraron las firmas en el ayuntamiento. "No nos parece que en un bloque de pisos nos pongan un polvorín, porque eso es un polvorín", repetía Isidoro.

Fue el concejal de IU, Manuel Sosa, el que ayer dio a conocer en rueda de prensa la situación. Sosa pidió "sensatez" al ayuntamiento pues, a su modo de ver, una actividad de este tipo no se puede instalar dentro del casco urbano y menos aún en un local situado a unos 50 metros de una gasolinera. El local al que se refería Sosa está en el número 98A de la calle Vicente Delgado Algaba, trasera de Aurelio Cabrera, esquina con Pedro Cieza de León, próximo a la gasolinera de la estación de autobuses.

Sin embargo, la empresa promotora asegura que no es éste el local que han previsto, sino que el ayuntamiento ha cometido un error a la hora de notificar la dirección, aunque no quiso aclara cuál es el lugar exacto. Según fuentes de la empresa Santa Bárbara, lo que pretenden instalar en Badajoz es una tienda de pirotecnia recreativa, como tantas que existen en otras muchas ciudades, dedicada fundamentalmente a vender objetos de distracción infantil, ya sean petardos para niños mayores de 8 años o bengalas de estrella. Asimismo aclaran que por supuesto una fábrica no se puede poner en marcha en el casco urbano, de hecho la suya está a dos kilómetros de Zafra. Este empresario negó que el negocio previsto conlleve peligrosidad alguna para el vecindario, "más peligro tiene un bar", concluyó.

PARALIZACION El concejal de IU defendió que el ayuntamiento no debería haber dado el paso previo para que este proyecto siga adelante. Manuel Sosa anunció que ayer mismo iba a enviar un escrito al alcalde para que el proceso sea paralizado.

A este respecto, la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, explicó que al tratarse de una actividad clasificada, requiere el permiso de la Junta, de la Delegación del Gobierno y del órgano provincial del Area de Industria y Energía y la Intervención de Armas y Explosivos. La concejala aclaró que no se trata de un almacén sino de venta de artificios pirotécnicos, como los que existen "en cada esquina de Valencia". La titular de Urbanismo señaló que se trata de una actividad perfectamente regulada y de momento está cumpliendo todos los requisitos.

Además, según Herrera, la clasificación que solicita este negocio "es la más leve" de artificios pirotécnicos. "Yo no lo defiendo, sería la primera que estaría asustada --reconoció Cristina Herrera--, pero eso no significa que vaya a haber una explosión". Al mismo tiempo, la concejala comentó que cualquier armería de la ciudad tiene "un potencial de explosión muchísimo mayor".