Un ladrido por una sonrisa’ es el nombre con el que el Colegio de Veterinarios de Badajoz ha bautizado un proyecto que propicia la visita de perros a residencias de mayores de la ciudad y la provincia con el objetivo de mejorar el ánimo de los residentes mediante la compañía de los animales y los voluntarios. De momento, ya se ha realizado una experiencia piloto en la residencia Domusvi Ciudad de Badajoz y el resultado no ha podido ser mejor, según aseguró el presidente del Colegio de Veterinarios, José Marín. «La aceptación ha sido enorme, hemos recibido muchas peticiones y ahora hay lista de espera», destacó.

El proyecto, según explicó Marín, se presentó este verano al consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, con la intención de que se desarrollara en los hospitales y residencias de mayores de la Junta. Pero pese a que la propuesta «le pareció bien» y que el Colegio de Veterinarios tenía «el convenio listo y absoluta disponibilidad», al pasar unos meses y no haber recibido respuesta, se decidió poner en marcha la iniciativa en residencias de ancianos privadas.

Al principio la idea era que fueran veterinarios quienes acompañaran a los perros en las visitas a estos centros, pero viendo el interés suscitado se abrió a la participación de particulares para que también pudieran acudir con sus mascotas. Los requisitos son que adscriban a un veterinario voluntario, que supervise que el animal sea dócil y que tenga todas las vacunas al día. El colegio se encarga de cubrir el seguro de responsabilidad civil y de desparasitar a los perros. «Esto tiene totalmente un carácter altruista», destacó Marín.

En estos momentos cuentan con entre 30 y 40 voluntarios, pero son necesarios más para atender a la demanda, pues la idea es que estas visitas se realicen de forma periódica para que los residentes mantengan el contacto con los animales y no sea una actividad aislada. Las personas interesadas en participar solo tienen que ponerse en contacto con el Colegio de Veterinarios de Badajoz llamando al 924 230 739.

Aunque iniciativas de este tipo se desarrollan ya en otras regiones, según José Marín, es la primera vez que se pone en marcha en la provincia pacense. «Los perros quitan muchas pastillas, reconfortan y dan mucha alegría», defendió el presidente de los veterinarios pacenses, quien subrayó el «éxito» de la primera visita, que fue una experiencia «realmente satisfactoria» tanto para los mayores como para los voluntarios. «Sus caras lo decían todo. Muchos ancianos habían tenido perros antes y ver cómo los acariciaban y se relacionaban con ellos fue muy emotivo», contó.

Marín no pierde la esperanza de que finalmente la Consejería de Sanidad se una al proyecto y se pueda extender a los hospitales y residencias públicas, sobre todo por lo que puede significar para los beneficiarios. En el caso de los centros hospitalarios, el presidente del Colegio de Veterinarios recalcó que están a disposición de lo que los profesionales médicos crean más recomendable, bien realizar las visitas en las plantas y habitaciones o que se disponga una sala para este fin. «En la UCI en el hospital de Baleares permiten que hasta los perros de los propios enfermos entren a visitarlos por el bien que les hace», apuntó.