Tras el análisis de las condiciones técnicas y económicas para la privatización de la limpieza y del nuevo reglamento del servicio, el grupo municipal socialista llega a la conclusión de que ambos coinciden que "un perfil bajo de exigencia" y "en el poco compromiso que el equipo de gobierno del PP pretende plantear a la empresa" concesionaria, máxime cuando no han sido aceptadas la inmensa mayoría de las alegaciones presentadas por los socialistas para intentar mejorar, a su juicio, el reglamento.

Así lo denunció ayer la concejala María de los Angeles Martín de Prado, quien informó que de las 19 alegaciones, solo tres se han estimado y otras tres parcialmente. Los socialistas pretendían que en el reglamento se especificase qué tipos de residuos deben ir al punto limpio, el aprovechamiento de los residuos verdes, el compromiso de limpieza "inmediata" tras celebraciones especiales y campañas informativas. Las alegaciones admitidas se refieren a incluir el aceite de uso doméstico como material a recuperar y que se puedan depositar residuos sin bolsa en los contenedores, salvo orgánicos y aceites.

Según el portavoz popular, Francisco Javier Fragoso, un reglamento es un marco jurídico, que posteriormente se desarrolla a través de acuerdos de la Junta de Gobierno Local, pues si se llega a un alto grado de concreción, cualquier modificación requiere una larga tramitación administrativa.

Pero Martín de Prado insistió en que "es cuestión de establecer unos mínimos, porque de los detalles depende la calidad del servicio".