Los dos grupos de la oposición apoyan la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de la Venta Ambulante aunque ambos tienen dudas de que todos los aspectos de la regulación puedan hacerse cumplir.

La concejala socialista María de los Angeles Martín de Prado señaló ayer que habrá que ver si el ayuntamiento tiene recursos, en cuanto a personal y voluntad política "para que no sea papel mojado" y defendió que hay que poner el acento en que se trata de una actividad "legal y legítima" y no fraudulenta, como se ha pretendido este verano. Esta concejala cree que lo que tiene que hacer el ayuntamiento es facilitar unos espacios adecuados y cumplir sus compromisos.

El concejal de IU, Manuel Sosa, por su parte, apoyó que exijan los mismos a los ambulantes que al comercio tradicional, que estarán en igualdad de condiciones y destacó que se les exija el carné de manipulador de alimentos y que la policía pueda pedir facturas.