El grupo municipal socialista considera que el servicio de agua, que gestiona la empresa Aqualia, requiere un proceso de «revisión y planificación», según defendió ayer su portavoz, Ricardo Cabezas, quien para conocer todos los datos sobre la situación anunció que su grupo pedirá una comisión extraordinaria, dado que la que se celebró el año pasado sólo les sirvió para «dar un paseo por las instalaciones» de la concesionaria.

Los socialistas se preguntan si la ciudad necesita un nuevo plan director de saneamiento o abastecimiento, pues el último terminó en el 2013, así como les preocupan las roturas de tuberías «prácticamente diarias». Cabezas no está de acuerdo con que Aqualia es la que corre con los gastos de las reparaciones, como aduce el equipo de gobierno, pues asegura que «no es una oenegé», sino que el mecanismo que emplea es cargarlos al equilibrio financiero.