La gastronomía de Badajoz y su provincia ha dejado de ser una promesa de futuro para convertirse en un atractivo real para hacer de esta tierra un destino turístico. Empresas, investigadores y administraciones unen para desarrollar el potencial que tienen en la cocina y los productos autóctonos, que cada año degustan más de tres millones de visitantes que pernoctan en la región, según los datos oficiales registrados en oficinas de turismo y hoteles.

La gastronomía ha despegado desde que se dieron las primeros pasos para recuperar tradiciones culinarias y socioculturales, desde la matanza a la elaboración de vinos y aceites, pasando por la publicación de recetarios, que fomentaron el interés por alcanzar niveles de innovación y calidad asimilables a lo mejor del resto del país. Así, se abrieron restaurantes con nombres y apellidos, se desarrollaron las denominaciones de origen y el sector empresarial comprendió la necesidad de la formación para plantearse un crecimiento real.

Según el gerente del Patronato de Turismo de la diputación, Juan Pedro Plaza, la gastronomía será el factor vertebrador para completar la oferta turística con el patrimonio y la naturaleza.

Ya en el 2003, el Observatorio para Liderar el Cambio (Lica) propuso esa trilogía. La diputación creó hace cuatro años la muestra gastronómica Miajón, para mostrar y vender los productos y la cocina de las comarcas de la provincia.

EVENTOS De ella surgió la Red Miajón como marca de calidad, que hoy engloba 12 restaurantes con una oferta de cocina tradicional e innovadora a lo largo de la provincia.

Y hoy proliferan festivales, muestras, certámenes, rutas y jornadas. Una es la Muestra de Llerena dedicada a las tres culturas, que se desarrolla en monumentos judíos, árabes. mozárabes y cristiana. Está el Festival del Cordero, el Buffet de Otoño en Villafranca; la Feria del Gurumelo en Villanueva del Fresno. O el Festival de Almendralejo en torno al Salón del Vino; la Bacanal de la Grasa en Zafra y Los Rincones de Talarrubias.

Alburquerque ofrece cocina medieval en su festival y Mérida, romana en el suyo. Hay otros eventos como la Agroalimentaria de Feval; el Festival de Otoño de Fregenal; los Salones del Jamón de Jerez y Salvaleón; el de Ovino en Castuera y la Fiesta de la Castaña en Cabeza de la Vaca. En Badajoz se celebran Miajón, las Quincenas gastronómicas temáticas, las Ferias y Rutas de la Tapa, o las actividades de la Cofradía Gastronómica.

En cada encuentro se plantea la formación, un factor que ha mejorado sustancialmente, con la labor de las escuelas de cocina del Instituto San Fernando, la de Orellana, las de Los Santos de Maimona, Villanueva del Fresno y Villafranca, donde el cocinero Antonio Granero ha creado el primer canal temático de cocina en internet, entre otras ofertas.

No obstante, queda, según Juan Pedro Plaza, "una asignatura pendiente, la del servicio de sala", pues en cocineros, productos y vinos la situación es óptima. Pero el servicio y que solo haya ocho o diez sumillers en la región no beneficia al sector. Y para ello se prepara con el Sexpe cursos de formación.

La gastronomía supone hoy una aportación importante en empleo y riqueza, aunque no se hayan desgajado aún los datos propios, más allá de la existencia de unos 300 restaurantes en la provincia, a lo que hay que añadir formación, producción, comercialización y otras áreas relacionadas, que mueven a miles de personas y cuantiosos recursos.

PREMIOS Y GUIA Hay además otro elemento que aporta un valor en comunicación, los Premios Espiga de Oro, de Caja Rural de Extremadura, que destacas la calidad del vino, el jamón, el cordero o el queso. También contribuirá al mejor conocimiento de este panorama la creación de una guía y un mapa de eventos gastronómicos de la provincia, en la que trabaja la Muestra Miajón.

Plaza recordó también la gran cantidad de fiestas locales, actividades de sociedades como la Micológica, con catas de productos con denominación de origen o geográfica, y el valor en alza del enoturismo, con la existencia de medio centenar de bodegas repartidas por Tierra de Barros, Villanueva del Fresno, Castuera, la zona de Mérida --Alange y Valverde--, o en Badajoz, "un sector que, aunque ahora está en un momento bajo por la crisis, mueve mucho dinero", dijo.

Y la investigación, otro factor que se ha convertido en imprescindible, en la que se desarrolla un trabajo muy importante, como el del centro Tecnológico Alimentario (Ctaex), o el Instituto Tecnológico Agroalimentario (Intaex), con programas de i+D+I que aportan calidad, innovación y soluciones para llevar los productos propios al mercado.