Antonio César Cerrato padece una talasemia mayor (o anemia de Cooley), un transtorno hereditario que afecta a la producción de hemoglobina, que este joven de 32 años sufre en su forma más agresiva. Para seguir vivo necesita transfusiones cada 15 días. A lo largo de su vida le han transfundido 600 litros de sangre en más de 800 transfusiones y ayer se sumó al IV Encuentro por la Vida desde la Asociación Española de Lucha contra las Hemoglobinopatías y Talasemias (Alheta), oenegé que preside.

Está convencido de que "la gente no está concienciada" con la donación de sangre, y que solo cuando la necesite pondrá el grito en el cielo si no hay; pero entonces le tendremos que decir que no hay porque gente como tú no ha donado", defendió.

En alguna ocasión ha tenido que esperar porque no había sangre, "pero yo no puedo esperar, porque cada 15 días necesito sangre y sino, me muero, así de claro". Antonio César quiso ayer transmitir que en este gesto solidario se cambian "10 minutos por salvar tres o cuatro vidas." "¿Qué cosa más importante puedes hacer que salvar la vida a los demás?", se preguntó.

Su hermano padece la misma enfermedad y su madre Angeles Sánchez, que ayer lo acompañó, mostraba su decepción por el resultado de la convocatoria. "La sociedad se está haciendo insensible", lamentó.