La policía local detuvo la madrugada de ayer a un hombre de 30 años, con iniciales E. Z. M., acusado de quebrantar la orden de alejamiento por malos tratos habituales a su pareja dictada por un juez tan solo cuatro días antes.

Los hechos sucedieron sobre las 4.50 horas, cuando los agentes que realizaban un control rutinario procedieron a identificar a los ocupantes de un vehículo, comprobando que al hombre le constaba en vigor una prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la mujer con la que se encontraba en ese momento, así como de comunicarse con ella por cualquier medio, por haber agredido a la misma el 16 de septiembre.

Ese día, unos ciudadanos alertaron a la policía al ver cómo un hombre propinaba varios puñetazos a la víctima cuando ambos se encontraban en la plaza Virgen de Bótoa, tras lo que la obligó a entrar al interior de un coche. Con la descripción aportada por los testigos, los agentes localizaron el vehículo en las inmediaciones y la mujer reconoció los hechos, aunque se negó a presentar una denuncia.

También la madrugada de ayer declinó denunciar al hombre por quebrantar la orden de alejamiento.