Un grupo de vecinos de la calle Matías Ramón Martínez, en la parte nueva de Las Moreras, ha denunciado los daños que las raíces de los álamos negros plantados en sus aceras están causando en sus viviendas y han exigido al Ayuntamiento de Badajoz que los sustituya por otros árboles de menor tamaño.

Las raíces han levantado los suelos de los patios de estas casas adosadas y, en algunas de ellas, como en la de Manuela Vara, han abierto agujeros de un tamaño considerable "por donde salen ratas como gatos", explicó la vecina. Estas viviendas están construidas con forjado sanitario, por lo que las ratas encuentran refugio bajo ellas "y las oímos, sobre todo por la noche es una fiesta", criticó.

Los propietarios temen que, como ya ha ocurrido en alguna vivienda, las raíces de los árboles provoquen daños en el interior de sus casas y en la red de saneamiento. "A una vecina ya se le han caído los azulejos de una pared en su casa", puso como ejemplo Eliodoro Ferrera, otro vecino de la calle.

Ferrera y su mujer, Adela Cantero, tuvieron en su casa este mismo problema hasta que el árbol plantado junto a su vivienda "se secó y se cayó". Por este motivo, los vecinos creen que para acabar definitivamente con los destrozos de las raíces de los árboles la única solución "es que los cambien por otro tipo de plantas". "Yo estoy dispuesta a comprarlo con mi dinero si hace falta si nos quitan los que hay ahora", añadió Manuela Vaca.

Los afectados aseguran que han puesto en manos de la asociación de vecinos su reivindicación y, aunque aseguran que la presidenta, Carmen Alor, ha trasladado sus quejas al ayuntamiento "no se ha hecho nada", lamentan.

EL ACERADO Los vecinos añaden que también las aceras sufren destrozos a causa de las raíces y que ya se han tenido que arreglar porque estaban "totalmente levantadas". Pero este no es el único quebradero de cabeza que estos árboles causan a los vecinos. El año pasado tuvieron que soportar una plaga de orugas y gusanos y temen que se repita "si no se fumiga y se poda con más frecuencia".