Los vecinos del entorno de la plaza de Teresa Istúriz, frente al centro de salud de San Roque, no bajan contentos al parque. El motivo es que consideran que no es "un lugar limpio y agradable", según explicaron ayer dos residentes, Carmen Pérez y Mariano Arcos. La fuente central está destrozada, la basura se acumula en los rincones, las papeleras de hierro se han sustituido por otras de plástico, pero los soportes se han mantenido y sobresalen los hierros, no hay césped en los parterres y el riego por goteo no funciona.

Con este panorama, son muchos los vecinos que de inmediato se suman a sus quejas. "Se ha avisado a la policía local, porque los hierros de las papeleras son un peligro para los niños y alguno ya se ha hecho daño", aseguró Antonio Calderón, quien lamentó que no se haya hecho nada para poner remedio.

Los vecinos se quejan también de que la fuente apenas ha funcionado desde que se inauguró antes de las elecciones y, aunque reconocen que los vándalos han hecho su parte, aseguran que mientras ha habido agua, no se han producido destrozos. "Ni siquiera han venido a drenarla y eso se convirtió en un foco de infección, pero en verano con el calor se ha evaporado al agua y los chavales se han metido ahí y se ha ido rompiendo", apuntó Mariano Arcos.

Asimismo, critican que la falta de mantenimiento es "evidente" y que hace "al menos un mes" que no ven a un operario del servicio de Limpieza por esta plaza. El lugar, según cuentan otros vecinos, también sirve por las noches para reuniones de jóvenes que dejan tras ellos "restos de pizzas, bocadillos y bebidas".

También denuncian que junto a la plaza haya un terreno lleno de hierbas, propiedad de una comunidad de vecinos, y lugar habitual donde defecan los perros sin que el ayuntamiento obligue a que esté acondicionado. Todo esto hace que vecinos como Mariano Arcos y Carmen Pérez prefieran llevar a su hija "a un parque de Valdepasillas, porque allí sí están cuidados", señala.