El radar móvil que utiliza la policía local para controlar la velocidad en distintas vías de la ciudad no ha parado de trabajar desde que se puso en marcha el pasado 8 de febrero. Salvo los fines de semana, el radar ha estado en la calle tanto en jornada de mañana, como de tarde y noche. En poco más de cinco meses ha detectado 1.731 infracciones por exceso de velocidad.

Además, las multas han ido en aumento cada mes progresivamente. Si en febrero (del 8 al 25) puso 164, en marzo hubo 229 y en abril aumentó hasta 266. En mayo se elevaron a 336 y en junio se alcanzó el máximo con 418. En julio, hasta el lunes, ya se han puesto 318 sanciones, una cantidad que aunque posiblemente aumente hasta el día 31 no alcance la de junio, ya que tanto el número de vehículos como de agentes se reduce en el periodo estival.

Estos conductores deberán pagar multas que oscilan de los 100 a los 600 euros, además de las correspondientes retirada de puntos del carnet de conducir.

La mayoría de las multas que se han puesto en los últimos tres meses (más de 900) fueron por circular entre 51 y 80 kilómetros por hora (437 entre 51 y 70 kilómetros por hora y 495 entre 71 y 80 kilómetros). Hubo siete multas, desde mayo, a conductores que conducían entre 100 y 110 kilómetros por hora.

El superintendente de la Policía Local, Juan José Venero, recordó ayer que todas las multas han sido administrativas, salvo en un caso en el que un conductor pasó a disposición judicial por la vía penal por circular por el puente Real a 115 kilómetros por hora.

Los lugares donde más sanciones se han impuesto han sido la BA-20 (antigua carretera de Madrid); la entrada a la ciudad por la carretera de Cáceres; el puente de la Universidad; Entrepuentes; avenida de Elvas y Circunvalación.

Si las multas impuestas fueran las mínimas, es decir, de 100 euros, el ayuntamiento habría recaudado hasta ahora 173.100 euros con el radar móvil.