El primero de los dos radares móviles adquiridos por el ayuntamiento empezó ayer a funcionar en la Urbanización Guadiana, donde los agentes de la Unidad Velo de la Policía Local, encargada de realizar los controles con estos equipos, pillaron a varios conductores que superaron los 50 kilómetros por hora, la velocidad máxima permitida en esta zona.

Los agentes colocaron el radar en la mediana de la avenida Federico Mayor Zaragoza, sin embargo cada día cambiarán la ubicación, según un programa aleatorio, que tendrá en cuenta las horas y los puntos de mayor índice de accidentalidad.

Cada día, el jefe del servicio recibirá un sobre lacrado en cuyo interior se indicará en qué punto se deberá instalar el radar, con el fin de que no se conozca con antelación dónde se realizarán estos controles.

Las multas por superar la velocidad máxima permitida oscilan de los 100 a los 600 euros y la correspondiente pérdida de los puntos del carné de conducir, de tal forma que si un conductor sobrepasa de 20 a 30 kilómetros deberá pagar 100, pero si supera entre 60 y 80 kilómetros se le multará con 600 euros y perderá seis puntos, además de pasar a disposición judicial, ya que pasará a ser un delito contra la seguridad del tráfico.

El segundo de los radares se podrá utilizar una vez se dote de más agentes la Unidad Velo. El pasado mes los agentes y mandos de la Policía Local realizaron un curso de formación sobre el manejo de radares móviles, entre los que se seleccionaron a los dos policías que integran esta unidad, que pertenecían al grupo operativo Alfa del 092.