LUGAR DE NACIMIENTO RONDA (MALAGA)

EDAD 67 AÑOS

TRAYECTORIA EX RELIGIOSO DE LA ORDEN DE LOS OBLATOS, SE SECULARIZO Y TRABAJO DURANTE MAS DE DOS DECADAS EN UNA COMPAÑIA DE SEGUROS. AHORA ESTA JUBILADO

Rafael Barragán Martín es malagueño, aunque lleva más de dos décadas en Badajoz. La primera vez que vino a la ciudad era un religioso de la orden de los oblatos, pero después volvió casado desde Oviedo para quedarse en la capital pacense, donde es la cara visible del movimiento que reivindica la paz y la justicia social. Es portavoz de la Plataforma 0.7.

-- ¿Cómo empezó su vinculación con esta plataforma?

-- Como religioso siempre he estado muy vinculado a los temas sociales. Pero a partir de mi salida de la orden, tuve la suerte de encontrarme en el buzón de mi casa una octavilla de una ONG animándome a unirme a este movimiento solidario y desde 1994 estoy trabajando en esta tarea, que a mí me encanta, porque cuando salí de la orden me sentí como si me faltara algo y aquí me he sentido realizado.

-- ¿Qué piensan sus hijos de su labor en este movimiento?

-- Tengo que decir que en casa de herrero cuchillo de palo, aunque en momentos determinados sí se unen y son solidarios.

-- ¿Es la justicia social una utopía?

-- La justicia global social sí es una utopía, pero para mí la utopía no es algo irrealizable sino una meta que está muy alta y hay que estar siempre como el que sube una cucaña ascendiendo hasta llegar al final, aunque esta cucaña no tiene fin. La utopía para mí es aspirar al máximo, es algo real y posible.

-- ¿Se ha sentido alguna vez solo o con ganas de tirar la toalla?

-- Solo no me he sentido nunca porque en la plataforma somos un grupo de personas con el mismo ideal, pero sí me he sentido en algún momento desanimado, cuando la respuesta de los gobernantes y de los ciudadanos ha sido decepcionante, entonces me he planteado si merece la pena lo que estoy haciendo. Pero son momentos esporádicos, porque si no hago lo que estoy haciendo estaría traicionándome y estaría colaborando a que las cosas sigan como están. Tengo que salir adelante aunque me quede solo. Lo que más me duele no es tanto ver, a veces, indiferencia o falta de interés, sino que se trate de desprestigiar en mi labor, sacándome historias que no tienen nada que ver conmigo y buscando sobre todo un trasfondo político.

-- ¿A qué se refiere?

-- Concretamente, a unas críticas del alcalde de Badajoz, en la última entrevista del 27 de diciembre, en la que decía que yo era un advenedizo, que acababa de llegar y que nunca se me había visto luchando por los demás. Es algo totalmente falso, que a mí personalmente no me hace daño pero sí a lo que represento.

-- ¿Qué se conseguiría si todas las instituciones y empresas cediesen el 0,7%?

-- La cesión del 0,7 es un objetivo y un compromiso que se adquirió en la ONU hace 30 años por lo que es un objetivo que queda lejos. En aquel momento hubiera sido suficiente para lograr una igualdad. Ahora seguimos insistiendo, no porque sea la solución sino porque es un objetivo mínimo al que no podemos renunciar, porque hasta ahora sólo cinco países de todos los países ricos están cumpliendo con ese objetivo. Pero si se consigue sería una ayuda muy importante para los países pobres.