TLta primera vez que escuché la palabra frob creí que el interlocutor que se refería a ella era uno de esos pedantes que mezclan idiomas en sus conversaciones para dejar constancia de su don de lenguas (conozco a unos cuantos que lo hacen, especialmente con el inglés). Intuí que hablaba de frog y que estaba contando algo sobre las ranas (frog=rana), así que no le hice ni puñetero caso. Luego, el palabro se fue haciendo frecuente. Su significado iba alejándose de los batracios para acercarse más a lo humano en general, sobre todo a lo relacionado con hipotecas y llegar a fin de mes. El término ganaba relevancia si tenías tus dineros en una caja de ahorros de las de toda la vida. Esas que parecían serias aunque conocieras en ellas a más de un consejero inútil cuyo mérito para serlo consistía en pertenecer a un partido político, preferentemente ganador en su comunidad. No obstante, a pesar de los consejeros gorrones, nada te hacía sospechar de las ranas ni de los frob. Mantenías cuenta y créditos allí, y el interventor se había hecho amigo tuyo a fuerza de verle con cada factura. Una mañana, ¡plaff!, encuentras tu oficina de siempre cerrada y alguien te comenta que se trata de un sip. Vuelves a equivocarte con el vocablo y crees que, nuevamente mezclando inglés con español, te habla de alguien enfermo (sick=enfermo). Te preocupas por si el enfermo es el interventor, pero pronto sabes que, otra vez, están hablando de tus penurias económicas y que, en realidad, sip es un Sistema Institucional de Protección. Entonces te entra curiosidad por saberlo todo y aprendes que frob es un Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Mientras, alguien --probablemente el mismo que habla de frob y de sip-- te sube todos los recibos incluyendo hipoteca mensual y te baja el sueldo. Tus ahorros desaparecen. Frob vuelve a ser Frog (Fondo de Reestructuración Bancaria de Gorrones) y sip, una enferma. Ahora lo sé todo: las otrora Cajas de Ahorro se han convertido en ranas enfermas.