El maltrato a los animales es un tema que preocupa cada vez más a la sociedad, por ello Raquel García-Hierro, en nombre de la Asociación de Defensa de los Animales (Adana), está difundiendo a través de debates y conferencias, como la que impartió el lunes en la sede de la ONCE de Badajoz, la raíz de este problema, los efectos y las posibles soluciones.

--¿Cuál es la situación en estos momentos en Extremadura? ¿Hay más o menos casos de maltrato que antes?

--Siempre ha habido, nosotros no notamos un cambio, lo que sí es verdad es que cada vez se conoce más y al salir más casos a la luz a través de las redes sociales y de internet la gente se alarma más. Lo bueno de esto es que se va creando conciencia social del problema y esta es una manera de empezar a atajarlo.

--¿Por qué se llega a maltratar a un animal?

--La falta de educación, la incultura y el poco apoyo que se tiene de las Administraciones para perseguir los casos de maltrato y abandono, son las principales causas. También hay estudios que indican que existe una conexión entre la violencia hacia los animales y la violencia hacia otras personas, hay que estar alerta porque es un signo de alarma, quien maltrata a los animales puede maltratar a una persona.

--¿La forma de maltrato es más sofisticada desde que existe internet?

--El maltrato se está modificando, aparecen nuevos casos muy cruentos de niños o mayores que maltratan a animales y lo pasan por el móvil y lo difunden por internet. Internet es un arma de doble filo, por una parte da pie a que pasen estas cosas y por otra nos ayuda a nosotros a darle mucha difusión a casos y a aumentar la concienciación sobre el problema.

--Han proliferado los apoyos y campañas de particulares en Facebook para evitar sacrificios de animales. ¿Eso ayuda?

--Sí, pero eso se lleva haciendo hace muchos años, siempre ha habido grupos de gente intentando sacar perros de la perrera para evitar su sacrificio, algo que cuesta mucho. Está bien, pero lo que hay que evitar a toda costa es que sus dueños los abandonen, esta es la única manera de atajar el problema, lo otro es paliar los efectos.

--¿Cómo se solucionará?

--Hay que buscar otra manera más ética de gestionar las perreras, por otra parte la legislación actual es insuficiente, hay muchos casos de maltrato que quedan impunes porque existen resquicios legales. Además es necesario obligar a las Administraciones a que cumplan sus funciones en legislación, la Ley de Protección Animal del 2002 de la Junta de Extremadura está sin reglamentar, diez años después de su aprobación. La multa máxima de esa ley llega hasta 12.000 euros y en el código penal es bastante inferior, por un maltrato o un abandono la multa que puede caer es de 300 o 500 euros.

--Entones, ¿no se avanza?

--Es cierto que antes era impensable una sentencia por maltrato animal, pero también es cierto que las sentencias, según la ley actual, son de risa, demuestran que sale muy barato matar o maltratar a un animal. Hay una pequeña mejoría, pero queda mucho camino por recorrer.

--Dentro de Extremadura ¿hay diferencias en el trato a los animales?

--Notamos cuando vamos a institutos de Secundaria a dar charlas la diferencia entre la zona rural y las ciudades. En las zonas rurales hemos notado que hay un embrutecimiento palpable por parte de los niños respecto al trato de los animales, están acostumbrados a ir de caza y a colgar un galgo con su abuelo porque ya no les vale, o a matar y abandonar a los perros que no son aptos. La concienciación en los pueblos está bastante verde.

--¿Y respecto a otras comunidades autónomas?

--En el norte, generalmente, están un poco más sensibilizados.