La previsión de que la del sábado sería una de las noches más complicadas de la feria se cumplió como una profecía. El recinto del ferial casi se quedó pequeño para acoger a tanto público, pues desde primera hora de la madrugada miles de jóvenes se congregaron en un 'macrobotellón' en la antesala del real, al tiempo que llegaba gente que salía del espectáculo de Ecuextre en Ifeba, las personas que acudían a la feria y las casi 8.000 que asistieron al concierto de Melendi, 'Lágrimas desordenadas', en el auditorio de Caya.

El concejal de Festejos, Miguel Angel Rodríguez de la Calle, calificó de éxito la noche, tanto por la gran presencia de público, como por la satisfacción de quienes acudieron a cantar los temas de Melendi. La afluencia al ferial fue multitudinaria desde el primer momento, pues comenzó a haber retenciones desde poco después de la 01.30. La policía local, una vez llenos los aparcamientos del recinto, derivaron a los conductores hacia el párking de El Faro.

También cumplieron su cometido las líneas de autobuses, hasta las 7.00; a partir de ahí se formaron grandes colas de personas que aguantaron más tiempo en las casetas y que esperaban al autobús sin saber que el servicio había cesado a esa hora, por lo que intentaban volver en taxis, que no podían absorber la demanda. La policía local propondrá para el próximo año que se prolongue el horario del servicio de transporte urbano.

Igualmente, los servicios de limpieza comenzaron a funcionar por la mañana, recogiendo camiones y camiones y de residuos de la zona del 'botellón' y del resto del recinto.

También los equipos de Cruz Roja tuvieron una jornada movida, desde por la tarde, cuando tuvieron que atender a varios jóvenes que esperaban acceder al concierto de Melendi, por lipotimias y bajadas de tensión, hasta la mañana, realizando en el ferial hasta 73 asistencias.

Las intervenciones más comunes fueron heridas accidentales, sobre todo por cortes con cristales en la zona de las casetas y el 'botellón', así como por ingesta masiva de alcohol, que en diez casos requirieron asistencia; entre otros, tres menores de 15 a 17 años; del resto de patologías ninguna presentaba especial gravedad. Solo se hicieron dos traslados a centros sanitarios para la realización de pruebas complementarias.