A la joven auxiliar de enfermería Tamara Sequedo el estado de alarma la pilló con un contrato eventual en Urgencias del Hospital Universitario de Badajoz. Reside en Oliva de la Frontera, a casi 90 kilómetros de distancia, y decidió buscarse un piso para quedarse cuando el horario del trabajo le aconsejase hacer noche en la capital pacense, porque con sus turnos, «estaría todo el día en la carretera». Pero no encontró a nadie que se lo alquilase, quizá por el temor generado en torno a la exposición de los sanitarios a la enfermedad. «Al ser trabajadora del hospital, no te alquilaban», recuerda. La residencia universitaria Hernán Cortés fue su solución. Tamara Sequedo fue la primera que solicitó plaza en estas instalaciones, que la Diputación de Badajoz ofreció al Servicio Extremeño de Salud (SES) y a la Junta a finales de marzo para acoger gratuitamente a profesionales que estuvieran trabajando para hacer frente al coronavirus.

Cuando Tamara se enteró de este ofrecimiento «nadie sabía nada» entre sus compañeros. En Recursos Humanos recogieron sus datos, el 8 de abril presentó su solicitud, la llamaron por teléfono y el 13 de abril entró en la residencia. Para no ir sola, se lo comentó a una compañera, «y nos quedamos el primer día las dos». Desde entonces continúa en la residencia, en la que coincide en los mismos turnos con una enfermera y una celadora.

La residencia Hernán Cortés dispone de 82 habitaciones distribuidas en tres módulos. Los estudiantes no volvieron después de Semana Santa y las instalaciones se quedaron vacías. Para acoger a sanitarios que a través del SES solicitasen plaza, la diputación preparó uno de los módulos, que se desinfectó con la colaboración de los bomberos del Cpei, se vaciaron las habitaciones y se adecuaron 27, con textiles y mobiliario comprados expresamente. Una planta es para hombres y otra para mujeres, que ahora está completa.

Han llegado a pasar por este centro 18 sanitarios y celadores, que son las peticiones de alojamiento que ha recibido la diputación. Esta semana ha habido entre 13 y 15 alojados, la mayoría mujeres, pues solo están dos hombres. Si fuese necesario, la diputación pondría a disposición los otros dos módulos, pero de momento las solicitudes se han mantenido. «Sí que es verdad que al principio las peticiones eran más frecuentes, imagino que porque la situación sanitaria ha mejorado», reconoce la diputada provincial Emilia Parejo.

Las solicitudes llegan a través del SES con los datos básicos: nombre, apellidos y DNI. «No necesitamos nada más, a partir de ese momento les facilitamos la habitación individual para cada uno de ellos, con ropa de cama, toallas y algo de menaje, además de pequeños electrodomésticos que les hagan más agradable su estancia», explica Emilia Parejo. «La residencia está únicamente abierta para ellos», destaca. El centro cuenta con servicios de lavandería, limpieza y mantenimiento y vigilancia las 24 horas. Los usuarios llegan, se identifican con su DNI y acceden con las llaves a sus habitaciones.

La mayoría de los solicitantes de estas plazas son profesionales que no tienen su domicilio en Badajoz, que han sido contratados por el SES para trabajar en los centros sanitarios de la capital pacense Al disponer de una plaza gratuita en esta residencia «se evitan desplazamientos y tener que volver a sus domicilios, si viven con personas mayores», señala la diputada, para quien poder contar con estas instalaciones «les facilita bastante en los momentos más difíciles un lugar para el descanso, para no tener que viajar tras una jornada que ha podido ser dura». En realidad la diputación no conoce las circunstancias de los residentes, pues el contacto se ha realizado a través del SES.

La experiencia de Tamara Sequedo, que continúa alojándose en esta residencia, no puede ser mejor y se siente muy agradecida. «Los de seguridad nos tratan estupendamente». Está más tranquila y descansada porque «te quitas muchísima carretera». Además, sobre todo al principio, cuando más problemas había en Urgencias, se ha evitado tener que doblar turnos, por las molestias que le provoca el equipo de protección tantas horas seguidas.

La diputación no se ha marcado ningún plazo para mantener este recurso. «Es una puesta a disposición del SES y supongo que si todo mejora y todo va bien, algún día dejará de ser necesario, pero no nos hemos puesto fecha de finalización», apunta la diputada. En todo acaso, al tratarse de una residencia universitaria, los estudiantes no volverían hasta septiembre y esa es la hoja de ruta que de momento se plantean en la institución provincial, que ya está trabajando en la convocatoria de plazas.