Las obras en el antiguo Bárbara de Braganza, que fue el primer instituto de enseñanza de la ciudad, se encuentran en su recta final. En abril concluirá una rehabilitación que comenzó en el 2004 y que transformará este emblemático edificio en la sede oficial del Consejo Consultivo de Extremadura, aunque el inmueble, que también será compartido por la Diputación de Badajoz, no se ocupará hasta el verano, ya que habrá que amueblarlo y equiparlo para iniciar el traslado del personal.

El resultado de la rehabilitación, llevada a cabo por el arquitecto Manuel Casado Aguilera, se pudo apreciar ayer en la visita que realizaron el presidente de la diputación Valentín Cortés, y la presidenta del Consejo Consultivo de Extremadura, Rosa Elena Muñoz.

Aunque la obra se ha realizado pensando en la funcionalidad de un edificio de uso administrativo e institucional, el arquitecto ha realizado una labor detallista en la que ha integrado muchos de los elementos originarios que salieron a la luz en el transcurso de esta obra. De esta forma, se han dejado a la vista los restos del retablo perteneciente al convento de Santa Catalina, del siglo XVII, que se encuentran en el paraninfo, así como tres ventanas redondas, como tres óculos, que también pertenecieron al antiguo convento.

Además se han conservado algunos zócalos, maderas originales y bóvedas, como una de color rosa que se encuentra en la primera planta. El edificio mantiene pequeñas sorpresas en algunos de sus rincones, que recuerdan lo que albergó en el pasado, como un viejo rótulo donde se lee: "clase número 2".

EN EL RECUERDO. Se han respetado las dos viejas escaleras que tenía el Bárbara de Braganza. En la interior, se han mantenido los peldaños originales debajo de los nuevos y el hueco de la escalera se acristalará para exponer en su interior algunos elementos que han aparecido durante la obra. También se colocarán una escultura junto a cada escalera que representan a escolares.

El Consejo Consultivo ocupará casi 2.000 metros de la planta baja, la primera y el patio central y la galería del paraninfo, mientras que a la diputación se destinarán más de 2.800 metros cuadrados, de las plantas primera y segunda. En las plantas superiores, la obra se encuentra bastante avanzada, se han compartimentado los espacios con cristales, para facilitar el paso de la luz natural. Con esta obra también se han adaptado las plantas del Palacio Provincial que conectaban con el Bárbara de Braganza, dos inmuebles ligados desde hace varios siglos.

El presidente de la diputación reconoció que "una obra de esta envergadura tarda un tiempo y todavía le quedan un par de meses". Además explicó que se aprovechará el verano para trasladar a este inmueble a los casi 300 trabajadores de la institución que se encuentran repartidos en otros edificios, "porque es cuando menor actividad tiene la Administración y cuando menos problema nos causa". La inversión es de 6,3 millones de euros.

Rosa Elena Muñoz, recordó que al órgano que preside le urge el traslado, ya que desde que nació en el 2003 está en una sede provisional.