Más de medio centenar de personas se concentraron el sábado ante las tapias del cementerio viejo para recordar lo ocurrido hace más de 72 años en este lugar y pedir al ayuntamiento que conserve el muro con su aspecto original.

En este sitio fueron fusiladas cientos de personas durante la Guerra Civil y a él volvieron el sábado familiares de algunas de esas víctimas para celebrar un homenaje, organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex).

Libertad González leyó un manifiesto en el que pidió al ayuntamiento que desista de su idea de construir otro muro nuevo y más alto, con el que este lugar "perdería su valor testimonial". A esta petición se han adherido prestigiosos historiadores como Ian Gibson, Paul Preston o Hilari Raguer, entre otros.

Armhex ha remitido un escrito a la Delegación del Gobierno pidiendo que esta obra no se sufrague con el Fondo Estatal de Inversión Local y otro a la Consejería de Cultura para que inicie el expediente para declarar las tapias Bien de Interés Cultural.

El consistorio explicó que hará esta obra porque el muro original hace de pared a los nichos y corre el peligro de derrumbarse. Según dijo, no se tirará, se reforzará con otro nuevo.

La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, ha solicitado un informe a la abogada del Estado para ver si se puede conservar, según informó la delegación.