--¿Esperaban el ayuntamiento que encontraron?

--Los tres éramos nuevos. Sí teníamos una idea de lo que podríamos encontrarnos: una importante resistencia a transformar la realidad y cambiar el funcionamiento del ayuntamiento. Los cambios son más difíciles de introducir de lo que creíamos. Se configuró la mayoría entre el PP y Ciudadanos al principio, y se ha mantenido en los aspectos más transcendentes, como han sido los presupuestos.

--¿Qué ha aportado Podemos a la política municipal?

--Queríamos introducir nuestras prioridades, que los presupuestos fuesen más sociales, austeridad para los altos cargos y se atendiesen las necesidades de los ciudadanos. Lo concretamos en un plan de rescate, que fue apoyado por los otros grupos de la oposición, pero para nosotros y para el PSOE no fue suficiente como se contempló en los presupuestos. Quizá, introducir una dinámica mucho más participativa. De hecho hemos asumido la presidencia de la Comisión de Participación. Existe un pacto visible, entre el PP y Ciudadanos, y otro entre las dos fuerzas mayoritarias que es transversal, entre el PP y el PSOE, que cuando se necesitan para mantener la situación como estaba, se apoyan. El PP y el PSOE piensan que la situación va a ser transitoria pero ha venido para quedarse.

--¿Cree que ha cambiado la forma de gobernar del PP?

--Necesariamente la nueva realidad le ha obligado a modificar la forma de funcionar. El PP necesita el apoyo de alguno de los grupos para sacar adelante sus propuestas. A veces consigue el de Ciudadanos, pero en otras tiene que convencer a otro grupo. A parte de cuestiones de fondo, donde hay una clara discrepancia ideológica, como la privatización de servicios públicos, en cuestiones puntuales podemos llegar a acuerdos.

--El uso del Hospital Provincial parece una obsesión.

--Nuestras prioridades son las personas más necesitadas. La gran polémica que ha generado el plan director de la diputación, desde muchos aspectos, patrimonial, urbanístico o social, da idea de la importancia de este tema para la ciudad. Los que trabajamos en servicios públicos asistenciales vemos la necesidad que tienen nuestros mayores. Responde a una necesidad de la ciudad y la posibilidad de crear empleo y revitalizar la zona.

--Las relaciones entre los grupos de la oposición han ido degenerando. ¿Vería viable una moción de censura?

--Cuando se estaba planteando cuál de los dos candidatos más votados, Fragoso o Cabezas, optaba a la alcaldía, planteamos una consulta ciudadana, como hicimos en la Asamblea. Creemos que la mayoría de quienes nos apoyan y participan en Podemos hubiesen votado la investidura del candidato del PSOE. Pero Ciudadanos anunció su apoyo a Fragoso y no hicimos la consulta. Posteriormente las relaciones con el PSOE se han deteriorado. No porque nosotros nos opongamos a sus propuestas, sino porque ellos se oponen a las nuestras. Se opusieron a la consulta de El Campillo, al uso social de Hospital Provincial y a las lámparas led, que muchos ayuntamientos socialistas han aprobado. En algún pleno ya le he dicho a Cabezas que se equivocaba a quién hacían la oposición, porque nuestros programas tienen que estar mucho más próximos. Pero da la sensación de que el PSOE cree que ocupamos el mismo espacio electoral.