La Policía Local de Badajoz intervino en el mercadillo del pasado domingo 1.300 kilos de cerezas, cuyo propietario, un hombre de 39 años, estaba vendiendo pese a no contar con la documentación que acreditara el origen de la fruta. Las cerezas fueron puestas a disposición de servicios farmacéuticos-veterinarios del ayuntamiento, para que determinaran si son aptas o no para el consumo. En caso afirmativo, la policía entregará la mercancía a los comedores sociales de la ciudad.

Asimismo, según informaron ayer fuentes de la policía local, los agentes requisaron durante la celebración del mercadillo 111 pares de zapatillas de deporte falsificadas, cuyos vendedores no pudieron ser identificados porque huyeron al percatarse de la presencia policial.