La policía local ha decomisado 420 kilos de fresas y 4 cajas de espárragos, que los agentes pusieron bajo control de inspección sanitaria y servicio veterinario para determinar si son aptas para el consumo. La aprehensión fue en el mercadillo de los martes, la mañana de ayer, a un joven de 26 años que no presentó documento alguno que acreditase el origen de la mercancía. Si el control veterinario determina que es apta para consumo, se donará a los comedores sociales y si no, se destruirá.