La Policía Local rescató el pasado 15 de septiembre a dos niños de una vivienda en estado de posible abandono y los puso en manos de la Consejería de Política Social, cuyos técnicos deben dirimir si asume la Junta sus cuidados o pueden hacerlo sus familiares. En mayo, rescató a un niño de año y medio que su madre dejó encerrado en el coche mientras hacía una visita en el Infanta; y en junio, una joven abandonó a su bebé recién nacido en el Materno. Son los últimos casos en materia de tutela de menos en los que ha intervenido la Junta en la ciudad.

Badajoz alberga dos de los nueve centro de menores que gestiona la Junta de Extremadura en la región: el Marcelo Nessi, de reforma, en el que 53 jóvenes cumplen medidas judiciales. Y San Juan Bautista, que ha acogido en el 2010 y lo que va del 2011 a 187 menores, según la Consejería de Salud y Política Social, con el fin de evitar situaciones de abandono y desamparo.

San Juan Bautista acoge desde bebés a jóvenes de 18 años que requieren de dos tipos de actuaciones básicas por parte de la Junta: tutela y la guarda administrativas. En el periodo mencionado, la residencia ha acogido a 149 niños en tutela y a 38 en situación de guarda.

La tutela implica que la autoridad en protección de menores suspende la patria potestad de los progenitores y asume, temporalmente, la responsabilidad de cuidarlos incluso aunque los padres no estén de acuerdo.

CAUSAS DE INTERVENCION La guarda administrativa implica, en cambio, que los padres reconocen sus dificultades para cuidar de sus hijos y solicitan a la Administración que de manera temporal asuma dicha responsabilidad, comprometiéndose aquellos a realizar las acciones necesarias que les permita resolver sus problemas y rescatar así a los hijos.

Para la Administración, según la Junta, resulta difícil sintetizar el patrón social o familiar que hay detrás de cada caso, pues cada cifra tiene una cara y un nombre, y se da una gran heterogeneidad de casos, aunque sí hace una primera aproximación a las diferentes realidades familiares que desembocan en medidas de acogimiento de menores.

Una de las causas principales de intervención administrativa para proteger a la infancia es la violencia de los padres sobre los hijos, también negligencias graves en su cuidado, crisis de convivencia familiar que derivan en peligros para los niños y las niñas, o en caso de menores inmigrantes que son hallados sin que estén acompañados.

Otro motivo para intervenir es el de enfermedades mentales graves de los progenitores que carecen de una red de apoyo familiar o social que pueda asumir el cuidado de los hijos. Además de otras causas que abarcan un amplio espectro socioeconómico y de edad de los menores, desde niños tutelados en el momento del nacimiento por nacer con el síndrome de abstinencia, hasta adolescentes de 17 años abandonados por sus padres.