La restauración de la imagen de la Virgen de la Soledad concluirá en marzo, fecha en la que la talla regresará a su ermita tras haber sido sometida en un taller sevillano desde el pasado mes de noviembre a una restauración que afecta al rostro, las manos y el cuello.

Estas navidades, varios miembros de la hermandad han viajado hasta la capital hispalense para conocer de primera mano el avance de los trabajos, que está realizando el artista Enrique Gutiérrez Carrasquilla. "Todo va a buen ritmo, dentro de plazo, y creemos que para San José podrá estar de vuelta", apunto el hermano mayor, Joaquín Gil.

La restauración, que costará 20.000 euros, pretende reparar los daños que la talla, de mediados del siglo XVII, presentaba, en gran medida, debido al peso de los mantos con los que procesiona en Semana Santa. Para evitarlos en el futuro, la cofradía ha encargado también a un taller de sevilla un pollero, es decir, una estructura metálica en la que se colocará la talla y que será la que soporte el peso de los mantos durante las procesiones. Gil aseguró que el pollero no se advertirá exteriormente, aunque si supondrá una carga extra para los costaleros.

La hermandad inició una campaña para recabar fondos poniendo a la venta estampas de la patrona de Badajoz y sufragar así los costes de la recaudación, aunque la aportación popular ha sido hasta la fecha "mínima" y apenas ha superado los 500 euros.