El Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) y el Servicio de Limpieza iniciaron ayer la recogida de animales y de basuras en el segundo piso de un edificio de la calle Meléndez Valdés, habitado por una mujer de 44 años que padece el denominado síndrome de Noé --acumular un número desmesurado de animales de compañía--, según confirmó la concejala del IMSS, Rosario Gómez de la Peña.

Esta intervención de los servicios sociales requirió también la colaboración de la policía local y un veterinario, que estuvo el tiempo que duró la labor de limpieza, durante la mañana, labor que continuará hoy en la terraza donde tenía los animales, para garantizar que la retirada de siete de los nueve perros que tenía esta mujer se hacía en condiciones adecuadas.

También para convencer a la mujer y por la seguridad de los animales, que fueron trasladados a la perrera municipal. De los nueve que tenía se le dejaron dos, por considerarse un número adecuado para una casa y poderlos cuidar.

LADRIDOS Y MALOS OLORES La intervención se realizó a raíz de las denuncias de vecinos desde junio ante la policía local, que fue la que informó de la situación de esta mujer al IMSS. Las quejas fueron por las molestias que sufrían tanto por los ladridos de los perros, como por el olor a basura, por lo que en un primer momento se le atribuyó a la mujer el llamado síndrome de Diógenes --abandono individual y acumulación de basura--.

La mujer ha llegado a tener 17 perros que recogía de la calle y que luego daban a su luz en su vivienda. En un incendio que sufrió en la casa la semana pasada murieron tres perros. Entonces los bomberos dieron también la voz de alarma por la cantidad de residuos y basuras que se acumulaban en el piso.

Los trabajadores del IMSS ya trabajaban en el caso de esta mujer cuando ella, tras el incendio, acudió a pedir ayuda al instituto, que también ha contado con la colaboración de un familiar que la ha acogido ahora mientras se realizan las labores de limpieza en la casa de Meléndez Valdés, y que ayudó a convencerla de la necesidad de retirar lo acumulado en su casa.

La mujer tenía una semana de plazo para hacer la limpieza y en caso de que no la realizarla, lo haría el ayuntamiento de forma subsidiaria, como así ha tenido que ser finalmente, dado que ella no ha podido hacerlo por su propia cuenta. La operación fue seguida por algunos vecinos, entre los que corrió el rumor de que se habían retirado varios perros muertos, punto que desmintió De la Peña.

Operarios del Servicio de Limpieza comenzaron la recogida hacia las 8.00 horas de ayer y al final de la mañana habían cargado dos camiones de residuos. La labor de limpieza está previsto que continúe hoy para limpiar también la terraza.