El malestar de los 33 pasajeros que ayer tenían previsto salir de Madrid a las 15.35 horas en dirección a Badajoz era evidente. La salida del vuelo se retrasó tres horas y, según contaron a este diario, la compañía Iberia se negó a cumplir con el derecho de los viajeros de darles de comer si un vuelo se retrasa más de dos horas.

Fuentes de Iberia informaron de que el avíón traía retrasos en escalas anteriores. El avión venía de Valencia.