TLteo, con estupor --e indignación-- la noticia del retraso, hasta 2014, de la conclusión del Museo de Bellas Artes de Badajoz. No me atrevería a afirmar nada, porque en los tiempos que corren, sobre todo en Badajoz, el retraso es norma --con crisis o sin ella--. Pero lo que ya pasa de castaño oscuro es la explicación que se ha dado. Vale que el problema jurídico planteado por las alegaciones y denuncias de "Amigos de Badajoz" haya diferido la ejecución. Dígase, de paso, que, equivocados o no, en esa asociación estaban en su perfecto derecho de llegar hasta donde la normativa se lo permitiese. Faltaría más. Pero que se achaque a la casual aparición de restos arqueológicos es de juzgado de guardia.

Vamos a ver. Existe un plan de protección de la ciudad intramuros. ¿No lo sabían? Cuando se pavimentó la calle de Francisco Pizarro hubo seguimiento arqueológico y aparecieron restos. Por cierto, los de la primera ermita de la Virgen de la Soledad --¡qué poco interesó decirlo a tanto devoto asistente a su coronación!--. Es decir, se conocía, no había que ser un lince, la presencia por allí de vestigios de épocas pasadas. ¿Por qué el proyecto inicial no llevaba memoria arqueológica? ¿Por qué se hizo tarde mal y nunca? ¿Por qué se dieron los trabajos, a precio de joyería, a una empresa de arqueología que garantizaba la impunidad de las actuaciones posteriores? Momento que aprovechó la Dirección General de Patrimonio, rebosante de especialistas de las épocas documentadas, para permitir, sin explicaciones, como siempre, que se tapasen. ¡Ahí íbamos a dejar unos restos visibles, para afear la belleza de la pintura regionalista!

Miren. La arqueología no ha retrasado nada. Los culpables son los responsables de los proyectos y de su aprobación. Por no hacer las cosas bien. Porque las numerosas comisiones que opinan llevan siempre las cartas marcadas y no suelen saber, en lo que se refiere a arqueología, de qué hablan. Porque la legislación de cualquier nivel aplicable a un solar la deberían conocer, de arriba a abajo, los técnicos encargados de cualquier intervención. Que ya va siendo hora. Por lo demás, cuanto más antiguos son los restos --dicen que califales; a saber-- mayor es la pérdida. Tengo para mí que, en lo tocante a arqueología urbana, no hay diferencia entre colores. Todos van en contra. Por intereses, ignorancia o por ambas cosas.