Marta se asoma a un espejo de puntillas, enfundada en unos tacones altos de color rojo tratando de reconocerse a sí misma con solo 6 años. José Luis posa apoyado en una escalera, junto a una maleta. Solo tiene 20 años, pero su familia lo echó de casa cuando contó que iba a iniciar el proceso de reasignación de sexo. Fabiola, de 23 años, tenía miedo a la reacción de sus padres, pero su apoyo fue crucial para lograr la felicidad siendo lo que siente que es. Regina, a sus 61, está descubriendo su propia intimidad cuatro años después de la reasignación de sexo.

Estas son solo algunas de las historias de personas transexuales que el fotógrafo cordobés Angel Guzmán cuenta a través de las imágenes de la exposición I want to be a butterfly (Quiero ser una mariposa) , que desde ayer, y hasta el 28 de mayo, se puede ver en la Sala Vaquero Poblador de la Diputación de Badajoz, dentro de las actividades programadas con motivo de Los Palomos.

Sus fotografías son más que una mera imagen. Son retratos de los sentimientos y emociones de sus protagonistas, en su intimidad, con sus miedos, temores e incertidumbres. "Las personas transexuales quieren que su metamorfosis sea lo más rápido posible, cosa que no es así porque es un proceso de por vida", cuenta el autor de las instantáneas para explicar el porqué del título de la muestra.

Para realizar estas fotografías, Guzmán creó un estrecho vínculo con las personas que aparecen --relación que aún mantiene--, que se desnudaron anímicamente ante él para recrear sus historias en una imagen "y hacerlos protagonistas de su propia vida". Detrás de cada instantánea hay un proceso de producción (maquillaje, estilismo, peluquería y localizaciones), se ha cuidado especialmente la iluminación y el autor ha querido darle un toque cinematográfico. "Cada detalle que aparece en la fotografía está contando algo, complementan la historia, por eso hay que verlas con detenimiento", recomienda.

El fotógrafo cordobés capta a personas de diferentes edades para contar cómo es el proceso en cada etapa. Al retratarse Marta, José Luis, Maite, Sandra, Aarón, Vanessa, Juan, Fabiola y Regina se han convertido un poco más en esas mariposas que quieren ser.