El fuego que afectó la tarde del miércoles en la carretera de Sevilla a la carga de un camión que transportaba pacas de paja se originó porque una de las ruedas del remolque reventó y el vehículo siguió circulando bastante tiempo, posiblemente porque el conductor buscaba un lugar donde poder estacionarlo adecuadamente, lo que hizo que alguna chispa saltase y provocase que la carga, altamente inflamable, empezase a arder.

Al conductor no le ocurrió nada porque la cabeza tractora se separó inmediatamente, pero la carga tardó en apagarse. Más de diez horas tardaron los bomberos del servicio municipal en sofocar el fuego por completo, pues la paja hay que moverla y separarla. Cuando se trata de materiales muy compactados, como ocurrió también en el vertedero de basura, no es suficiente con echar agua sino que hay que mover el combustible y despiezarlo para poder llegar al foco del fuego si es profundo.

El aviso de este incendio se produjo poco antes de las cinco de la tarde y la extinción se prolongó hasta las tres de la madrugada, según informaron ayer fuentes del parque.

El fuego ocurrió en el kilómetro 6,3 de la N-432, a la altura de la urbanización de Campomanes. El camión circulaba en dirección a Badajoz y provocó grandes retenciones en esta vía, pues hubo que cortar uno de los carriles para facilitar las labores de extinción de la carga, y se dejó libre un solo carril. Numerosos conductores se vieron atrapados en largas colas. El remolque ya libre de toda la carga fue trasladado a la entrada de Campomanes, mientras los bomberos continuaban intentando apagar las pacas que permanecían en la calzada desprendiendo una gran humareda.