Los niños de la pedanía de Alcazaba estaban convocados la víspera de la noche de Reyes para recibir un regalo, pero algunos se marcharon a casa como habían venido y con la sensación de que no debían haberse portado muy bien, porque para ellos no hubo obsequios.

Un grupo de padres oriundos de este poblado denunció ayer el comportamiento de la alcaldesa popular de Alcazaba, Ricarda Flores, por haber negado a sus hijos el regalo "y haberlos humillado" delante de todos en el acto del día 4. Según estos padres, aunque ellos no tienen residencia permanente en la localidad, sí acuden cada fin de semana, en vacaciones y tienen allí vivienda. La alcaldesa repartió días antes una invitación casa por casa, en la que dejaba claro que los regalos correspondían a los "residentes" y aquella noche los fue llamando con nombre y apellidos.

El concejal de Poblados, Jesús Villalba, aclaró que si no se repartieron más regalos es porque no se contaba con esos niños y que los padres deberían haber avisado de su presencia.

Francisco Durán, Joaquín Sánchez y Rosa Gil comparecieron ayer ante los medios de comunicación, junto al concejal socialista José González Serrano, quien denunció el "desaire" que sufrieron estos niños y el abandono que en muchos otros aspectos soporta esta pedanía, donde no hay locales para los jóvenes, la biblioteca no funciona y hay problemas con el agua y con los accesos.

Los vecinos se quejaron además de la actitud "dictactorial" de la alcaldesa y una de ellas, Rosa Gil --quien se declaró militante del PP-- afirmó que le daba "vergüenza que esta persona represente al partido en el pueblo". Estos vecinos también se quejaron de que Ricarda Flores no deja los locales municipales, guarda con celo sus llaves y en Nochevieja celebró una fiesta privada en el único local disponible en el pueblo como bar, impidiendo a los vecinos que esa noche pudieran ir allí.

Villalba comentó que la alcaldesa sólo vela por la conservación de estos locales.