La iglesia de la Concepción, en la calle San Juan, amaneció el pasado martes sin candelabros ni ánforas. Un ladrón había accedido de madrugada a través de los tejados colindantes a una terraza de la casa de las monjas y de ahí al interior del templo y se había llevado estos objetos y parte del dinero de un cepillo. Su botín fueron seis ánforas de bronce y otra de plata y cuatro candelabros, dos de pequeño tamaño, y otros dos más valiosos que estaban colocados en el altar mayor del templo.

Así lo contó ayer a este diario el rector de la Concepción, Marceliano Guerrero, quien explicó que el Cuerpo Nacional de Policía --ante quien denunció los hechos y lleva la investigación-- le había comunicado ayer mismo que había recuperado parte de los objetos sustraídos que el autor del robo había intentado vender en una chatarrería.

IDENTIFICADO EL AUTOR No obstante, entre el material que se había intervenido no estaban los candelabros de más valor. Los agentes también habrían identificado y localizado al presunto ladrón, un toxicómano que vive por la zona, aunque el rector no tenía constancia ayer de que se le hubiera detenido.

Parece ser que esta persona sería la única implicada en el robo, ya que aunque tuvo que trasladar gran número de objetos, sospechan que lo pudo hacer yendo y viniendo a su vivienda "porque tuvo toda la noche", ya que nadie se percató del suceso hasta la mañana siguiente, cuando vieron que la puerta de entrada del templo estaba forzada.

El rector de la iglesia de la Concepción explicó que este no es el primer robo que sufren en la iglesia, que ya ha sido asaltada en anteriores ocasiones para saquear los cepillos y sustraer objetos y los ladrones siempre han utilizado el mismo método para acceder al templo: los tejados.