Las estadísticas sobre criminalidad y delincuencia del 2010 sitúan a Extremadura como la segunda región más segura de España, detrás de Asturias, con menos robos que en el 2009, aunque con más denuncias por violencia en el ámbito familiar.

La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, dio ayer a conocer los datos, que dibujan un descenso del 2,3% de los delitos y faltas registrados en la comunidad con respecto al 2009 (de 30.750 pasan a 30.015) y una tasa de 27,1 infracciones penales por cada mil habitantes, 18 puntos por debajo de la del conjunto de España.

Por provincias, Cáceres, donde la tasa de infracciones baja hasta el 22,4, es "más segura" que Badajoz, donde ese índice se eleva a 29,9. Mérida es la ciudad donde se cometen más delitos en proporción con su número de habitantes, aunque no se concretaron las cifras.

Los delitos contra el patrimonio --los más frecuentes y que suponen un tercio del total de las infracciones penales cometidas en la región-- han descendido un 8,6% con respecto al 2009 (de 9.281 a 8.483). Por tipología, los robos con fuerza en establecimientos bajaron casi un 20% (de 2.070 a 1.659), aunque en viviendas crecieron un 1% (de 1.175 a 1.187). En cuanto a los robos con violencia en domicilios casi cayeron a la mitad (46%) y en la vía pública hubo un insignificante descenso (de 276 a 275). Los robos con violencia en establecimientos sí fueron más, de los 90 del 2009 se pasó a 110 el año pasado.

Por contra, los delitos contra la vida, la integridad y libertad de las personas se incrementaron un 9,6%, por el aumento de los malos tratos en el ámbito familiar, con 1.140 casos el año pasado, 100 más que el anterior. También se detectaron ocho casos de corrupción de menores, frente a uno en el 2009.

Los homicidios y asesinatos en tentativa pasaron de 14 a 15, aunque en el 2009 no se consumó ninguno, y el año pasado tres (uno en Castañar de Ibor y dos en Badajoz). Es uno menos de los que ya se han registrado en Extremadura en lo que va de año (Badajoz, Medellín, Logrosán y Navalmoral de la Mata).

También las faltas por lesiones y los pequeños hurtos experimentaron un ligero incremento, aunque no significativo. Las primeras fueron 1.976, solo 76 más que en el 2010; mientras que los segundos se cifraron en 7.351, 25 más que el año anterior.

La delegada del Gobierno, que compareció junto al jefe superior de Policía, Angel Galán, y el general de la Guardia Civil en Extremadura, Francisco Arribas, destacó que los datos sobre criminalidad y delincuencia en la región "son los mejores de los últimos cinco años", lo que achacó en gran parte a la mejora de las tasas de eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con el 54,1% de los casos graves esclarecidos (casi 3 puntos por encima de la del 2009 y 13 más que la del conjunto de España).

El año pasado, la Policía Nacional y la Guardia Civil esclarecieron 7.921 delitos y llevaron a cabo 6.517 detenciones (217 arrestos por cada 1.000 infracciones penales). Pereira apuntó que a estos resultados ha contribuido el aumento de las plantillas --140 agentes en el 2010-- y los "mejores medios" puestos a su disposición.

Frente a los datos "positivos" del 2010, Pereira reconoció que en los tres primeros meses del 2011 se ha detectado "un cierto aumento" de robos en viviendas, aunque no aportó cifras. La delegada señaló que si los cuatro homicidios registrados este trimestre --por su proximidad temporal-- y sucesos como el asalto a la base militar de Bótoa han podido generar cierta alarma social se debe más al protagonismo que han tenido en los medios de comunicación que la sensación real de inseguridad de los ciudadanos. Para apoyar este argumento se refirió a la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de febrero, que reflejaba que la inseguridad solo era el principal problema para el 9,4% de los españoles, frente al 22% que lo consideraban así en el 2003.