El vicepresidente de la Diputación de Badajoz, Ramón Ropero, reconoció ayer estar "atónito" ante las declaraciones efectuadas por el portavoz del grupo popular, Jesús Villalba, en las que acusaba a la institución provincial de discriminar a las poblaciones de la provincia de más de 20.000 habitantes al obviarlas en sus inversiones.

Ropero recordó que el PP ha aprobado los presupuestos de la diputación durante los tres últimos años y el reparto de los Planes Provinciales de Obras y Servicios desde hace siete "y en contra de lo que ahora propone para llegar a ese consenso se les aceptó incrementar el dinero de esos planes a los municipios menores". Por ello, no entiende que reclame un giro en la gestión y retó a los populares a que presenten un modelo alternativo.

El vicepresidente achacó las declaraciones de Villalba a su deseo "de salir en la foto" y se negó a caer en el enfrentamiento entre municipios de distinto tamaño, que es lo que a su juicio está haciendo el PP. Añadió que la ley obliga a garantizar los principios de solidaridad y equilibrio intermunicipales y tachó de incoherencia que se demande proporcionalidad entre los habitantes y las inversiones.

Villalba se refirió a la capital pacense como una de perjudicadas por el sistema de reparto. Para darle réplica, el vicepresidente enumeró algunas actuaciones de la Diputación en Badajoz, como los 20 millones gastados en la rehabilitación de edificios del Casco Antiguo o la cesión del hospital provincial para el parador. Además, de aportaciones anuales a Ifeba, la Escuela de Artes y Oficios o el López de Ayala.

En este sentido, instó PP a preocuparse por las inversiones por valor de 6,5 millones de euros que el ayuntamiento tiene "paralizadas" (edificio de Promedio y ampliación del Museo de Bellas Artes). "El problema de Badajoz no es la diputación, es el PP", sentenció.