Águeda y María del Carmen son dos mujeres de 70 y 67 años, respectivamente, ambas vecinas de la barriada de San Fernando. Pasean todos los días por la avenida Carolina Coronado. En diciembre del pasado año, los seis olmos que adornaban la mediana de la avenida fueron talados. En su lugar, el ayuntamiento decidió plantar 6.000 rosales con una partida reservada de 180.000 euros. Esta medida y su elevado coste causaron un gran revuelo en la barriada, llegando a producirse una manifestación en contra de la tala. Cinco meses después, los vecinos de Carolina Coronado califican el cambio producido en la mediana.

Para Águeda y María del Carmen «la avenida está preciosa, muy colorida, las flores nos encantan. Pero había cosas más importantes». La gran mayoría coincide en que estéticamente la calle está mucho mejor, pero también en que en la ciudad había necesidades más importantes en las que invertir el presupuesto. Antonio José Fernández, estudiante de Biología, contaba que «el olmo es un árbol muy sucio, ya que en otoño pierde la hoja, lo que provoca suciedad en la calle». Para Juan Carlos «el problema vendrá en verano. Se ha perdido mucha sombra, aunque el aspecto es fantástico». También los hay reacios al cambio, como Miguel; «Han creado un problema donde no lo había. El asfaltado de la ciudad da pena. Me parece más importante invertir en eso». En definitiva, estéticamente la avenida ha ganado, pero los vecinos no olvidan el gasto realizado.