«Escribir el libro fue todo un descubrimiento para mí, ya que además de tener textos personales escritos hace años, llegué a conclusiones vitales muy importantes y bonitas, como que llevo toda la vida intentando predecir lo que va a pasar en el futuro y sin embargo lo mejor es vivir el momento y hacerlo con valentía». Así expresó la cantautora, actriz y escritora Christina Rosenvinge su experiencia al escribir ‘Debut’, un libro con las letras de sus canciones escritas entre 1992 y 2018, acompañadas de relatos «que sitúan cada álbum en su contexto».

Para la autora, «el título viene marcado, porque aunque lleve años haciendo cosas, el camino siempre te depara otras nuevas. Siempre se aprende, siempre estamos en el camino de llegar a algo».

A pesar de ejercitar la escritura, «al principio quería hacer una antología de mis letras, después escribí un ensayo en el que defiendo que las letras de las canciones son una forma de literatura, porque es un arte muy fino que no está suficientemente valorado». Y añadió que «a partir de sentarme y analizar las letras durante el ensayo, fueron apareciendo textos que conversaban con esas canciones, que tampoco se trataba de memorias ni nada por el estilo, sino de crear una especie de cuentos con una intención literaria que se pudiese leer interponiendo una cosa con la otra o independientemente cada parte»,

«Lo que quería, sobre todo, es trasladar la experiencia desde dentro. A los cantantes se nos ve en los momentos de esplendor pero nunca en los momentos negros de la escritura y quería contar qué ocurre hasta que una canción se graba». Explicó que «a veces las letras de las canciones apuestan por la sencillez y parece que no hay esfuerzo detrás y, precisamente, encontrar esa frase sencilla que lo dice todo es muy difícil». Para ella, «la gran ventaja de las canciones es que conectas directamente con el público y te garantizan una conexión inmediata». Rosenvinge contó que «a pesar de pasar por varias generaciones musicales, no me considero dentro de ninguna y me sentí sola en muchas ocasiones.

Escribía sobre las cosas que iban ocurriendo, simplemente porque era demasiado atípica. Mis influencias, el sitio de donde venia, mi forma de ver y de hacer las cosas era atípica, como el simple hecho de ser mujer. Hay muy pocas mujeres componiendo, pocas madres de gira; mi experiencia fue muy distinta siempre».