Numerosos vecinos de la pedanía pacense de Alvarado manifestaron su hartazgo por la precaria situación en la que se encuentran en relación al servicio de abastecimiento de agua, después de que ayer se despertaran sin agua corriente en el grifo, que no es potable, pues para beber se surten de las bolsas que les lleva la empresa concesionaria del servicio municipal, Aqualia, que transporte unas 700 tres días a la semana, los lunes, miércoles y viernes, y que según manifestaron, son totalmente insuficientes para las necesidades del poblado.

Ana María Peña, que regenta una tienda en la plaza, contó que numerosas mujeres de la localidad se concentraron en su establecimiento "muy enfadadas con la situación", hasta el punto de hacer una lista de cerca con unos 30 nombres y números de teléfono. Poco después, las voces se corrieron por Alvarado y numerosos vecinos salieron a la calle y se concentraron en la plaza para expresar su protesta.

El presidente de la asociación de vecinos, Manuel Palacios, contó que alrededor de las diez de la mañana "ya no había agua, se había cortado el suministro porque hay una avería en una tubería, y es ya la tercera en lo que va de mes". En concreto, señaló que hubo "una avería en la bomba del depósito que fue gorda; eso fue hace una semana y fue gorda porque estuvimos tres días sin agua, solo con el abastecimiento de bolsas". Sin embargo, añadió que las bolsas que lleva Aqualia son "insuficientes en estos casos para poder hacer las labores de limpieza la casa, para cocinar y la higiene".

Palacios manifestó que "la gente se ha echado a la plaza expontáneamente para protestar por esta situación", y que "los vecinos están muy cabreados, porque llevamos ya seis años sin agua potable en la red, pues el agua que sale del grifo no es para beber, es para la higiene y para hacer las cosas de la casa: cocinar, lavar y limpiar", funciones que tienen que hacer solo con las bolsas que lleva Aqualia. Además, "cortes de estos tenemos muy a menudo".

Tanto Palacios como Peña afirmaron que numerosos vecinos llamaron por teléfono a Aqualia al ver que no salía el agua del grifo y que les dijeron que se había robo una tubería y que no estaría arreglado en todo el fin de semana, lo que provocó su indignación. Fuentes de la compañía indicaron a este diario que la avería tuvo su origen en la rotura de una tubería muy antigua que va del depósito de agua a la red de abastecimiento del poblado y que los técnicos y operarios trabajaban ya para solucionar el problema. La previsión era la de recuperar el suministro hacia las seis de la tarde.

Igualmente manifestaron que un vehículo llevaría bolsas de agua para abastecer a la población, lo que ocurrió poco antes de las dos de la tarde, cuando los vecinos se agolparon en la plaza para recoger sus bolsas.

Ana María Peña hizo de portavoz de sus vecinas y manifestó que "es la tercera vez en lo que va de este mes que nos cortan el agua; la primera fue por el lavado de un bidón, la segunda por un problema de Sevilla, según nos dijeron, y ahora esta avería". Mientras las vecinas protestaban, peña explicó que "además de no poderte lavar, ni poder cocinar, ni limpiar la casa, las averías afectan a los electrodomésticos y a negocios de alimentación y de hostelería".