Teresa Algaba ya está hecha a la idea de que el sábado tendrá que cerrar la tienda que desde hace 30 años, primero su padre y luego ella, regentan en el mercado de Santa Ana, en la plaza Chica. Ese es el plazo que ha dado la inspección sanitaria, dependiente de la Consejería de Sanidad de la Junta, cuyos informes sobre las malas condiciones sanitarias de estas instalaciones datan del 96.

El concejal de Sanidad, Luis Alfonso Hernández Carrón, reconoció ayer que estos informes que obligan a clausurar el mercado existen, pero afirmó que tienen más que ver con la estructura del propio edificio y que, por tanto, no competen a su delegación sino al concejal de Mercados, Alejandro Ramírez del Molino, que hasta el momento no ha querido hablar públicamente del tema.

Teresa Algaba volvía a lamentarse de que en el ayuntamiento nadie se haya preocupado por la situación en que ella queda ahora. También está abierta otra tienda, pero su propietario está de baja y se jubila el año próximo. Esta mujer, de momento, se va a la calle, porque no ha encontrado un local donde trasladar el negocio por un alquiler asequible.