Nueve niños de primer curso de Primaria, con tan solo 6 años, acuden desde el lunes a recibir clases en una pequeña sala de peluquería del Hogar del Pensionista de Gévora. Es la solución que han habilitado los padres de los pequeños a la espera de que la Consejería de Educación resuelva el conflicto surgido desde que hace un par de semanas estos niños dejasen de acudir al colegio público De Gabriel, tras acusar a su profesora de malos tratos. Otros tres niños del mismo aula permanecen con la maestra en el centro.

Una de las madres, Encarnación Hernández, explicaba ayer en nombre de las demás, que los niños van contentos a las clases "y están relajados", aunque preguntan dónde están sus tres compañeros. Sin embargo, las madres son conscientes de que estas clases no sirven, de que sus hijos no están siendo evaluados y de que, si no encuentran una solución, sus pequeños no pasarán el curso.

Ayer el director provincial de Educación, Enrique Pérez, recibió a las madres para intentar buscar una salida al conflicto. Tal como informó EL PERIODICO el viernes pasado, la inspección no ha hallado pruebas de los presuntos malos tratos. La solución que plantea Enrique Pérez es que haya un profesor de apoyo que acompañe a la maestra en las clases. Pero las madres no están dispuestas. "No podemos hacer pasar a nuestros hijos por eso, porque le tienen pánico, el temor está en los niños, aunque haya otra persona delante". De seguir así, tendrán que escolarizar a sus hijos fuera.