En mi familia siempre se celebraron los Santos, incluso más que los cumpleaños. Desde por la mañana sonaba el teléfono para recordárnoslo. Quizá porque teníamos nombres muy corrientes: mi padre Antonio, mi madre Pilar y mis hermanos José y Juan. Era difícil que mucha gente no identificase esos días. El día de San Antonio y el día del Pilar eran días grandes en mi casa y por la tarde había aperitivo con familiares y amigos de mis padres. Yo siempre lo vi normal, y me gustaba felicitar por el santo. Me casé con Tere que también celebraba el día de su santo y era un día grande al ser también el nombre de su madre y su abuela. Y su otra abuela era Antonia, por lo que en su casa se celebraba también San Antonio el 13 de junio. Tardé en enterarme que había muchas familias que no celebraban los santos. Y que había mucha gente que no sabía qué día era su santo. Muchas zonas de España, no digamos de otros países, no saben ni de qué se está hablando. Demasiadas veces pensamos que lo que se hacía en nuestras casa se repetían en todas. Hoy parece una tradición en desuso, incluso a algunos le parece un poco «carca», pero a mí me sigue gustando celebrarlo, y acordarme de los amigos el día de su Santo. Ahora por whatsapp es todo más fácil felicitar, aunque sea más impersonal, pero dedicas un minuto al amigo. Me sigue gustando celebrar San Antonio, como me sigue gustando celebrar los Reyes Magos, y a la vez me acuerdo mucho de mi padre y de muchas personas con las que viví esos días durante años.

Para rematar la celebración de San Antonio, durante muchos años me acompañó también cada día en el trabajo otro Antonio que también le gusta celebrarlo, y el 13 de junio empezamos a reunirnos un grupo de Antonios para felicitándonos mutuamente tomándonos un gazpacho y una tortilla. El día a día te arrasa. Los compromisos y la acelerada agenda te genera un incordio crearte estas obligaciones, pero mientras pueda seguiré intentando reunirme con un puñado de Antonios para dar continuidad a algo que empieza a ser una tradición. Hoy no me pierdo volver a reunirme con los Antonios a tomar un gazpacho con tortilla a la una y media, y a las dos continuar la jornada con normalidad. Hoy me acuerdo especialmente de los Antonios y a todos, lo celebren o no, les deseo feliz día de San Antonio.