De los 365 alumnos matriculados en el colegio público San Fernando, sólo 154 acudieron ayer a clase. Algunos faltaron por el temor de los padres al riesgo que suponen los desperfectos que presenta el centro y que afecta a ocho aulas, otros lo harían por solidaridad.

El director provincial de la Consejería de Educación, Enrique Pérez, se reunión al mediodía con la asociación de padres y el equipo directivo del centro para proponerle, como mejor solución a esta situación, la posibilidad de doblar las clases, mañana y tarde.

Otras alternativas pasarían por repartir a los niños afectados en aulas de otros colegios de la margen derecha, pero tendría que ser en varios centros, o llevarlos a todos al San Pedro de Alcántara, con un autobús, en el casco antiguo.

Sin embargo, el director provincial defendió que la solución más viable, desde el punto de vista pedagógico, es la de doblar. Los padres tenían que tomar una decisión ayer por la tarde, después de que el equipo directivo hiciese un estudio sobre el reparto de los alumnos en horario de mañana y tarde.